Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de marzo, 2012
“Su función era educar, pero poco a poco fue convirtiéndose en una institución política, en un monstruo que alberga a medio millón de estudiantes que lamentablemente no tienen ningún interés en su preparación”, esta perla del saber fue escrita en 1998 por Josefina Vázquez Mota, en su tesis para obtener su licenciatura en economía por la Universidad Iberoamericana.
Es la misma mujer que durante dos años y 4 meses fue Secretaria de Educación y no pudo, no quiso o no la dejaron, poner orden en el SNTE y que ahora aspira a gobernar al país y promete ahora si poner orden en el SNTE, en la UNAM y en el país, y puesto que vivimos en un país libre, cada ciudadano este en libertad de creerle o no.
Es la misma mujer que fue al Instituto Tecnológico Autónomo de México y les dijo “no soy perfecta, estudié en la Ibero”. Sí, la Ibero que cobra 160 mil pesos anuales de colegiatura y quizá por eso la señora Josefina menosprecia a las universidades públicas, por ser asiento de la “prole”.
Las universidades públicas mexicanas sin ser gratuitas, son muy baratas. En la UNAM el pago semestral es voluntario y empieza en 25 centavos; en la UANL o en la UAT no pasa de dos mil pesos el semestre. Que es barato, nadie lo niega, el problema es que no todas las carreras se imparten en una ciudad ni hay cupo para todos los jóvenes y mención aparte es cuando el muchacho quiere estudiar carreras raras como cinematografía, traductor de idiomas o para ser narrador deportivo o mecánico de autos de carrera.
El que tiene dinero para pagar 160 mil pesos anuales de colegiatura, también tiene para pagarle a su hijo un departamento, asistencia y demás gastos que genera una educación superior, de tal manera que puede enviarlo a cualquier parte del país o al extranjero, incluso. La única preocupación de esos padres es que el hijo aprenda.
La situación cambia cuando el padre, o la madre de familia, batalla para mantener a los hijos, de tal manera que cuando se llega el momento de estudiar una carrera universitaria, hay que evaluar si puede proporcionársela y si en su ciudad se enseña la carrera que le interesa al hijo y si la hay, si se pueden absorber todos los demás gastos que genera la educación universitaria.
En tiempos de campaña vamos a escuchar de los candidatos las promesas más espectaculares. Lo que digan hay que revisarlo con calma, pero también hay que revisar la historia que hay detrás de cada uno para poder determinar si lo que nos dicen es cierto, o es mera palabrería.
La realidad es que no hay soluciones mágicas para nada. ¿Se acuerda lo que pasaba antes de 1988, cuando los partidos opuestos al PRI decían que con su sola llegada al poder, todo cambiaría de raíz? Sin embargo, el PAN gano la primera gubernatura con Baja California, luego vino Chihuahua y Nuevo León; el PRD ganó el Distrito Federal, después Michoacán, Zacatecas; el Verde ganó Cancún. Se ganaron alcaldías, senadurías, diputaciones para todos los partidos y el gran paso se dio en el 2000 con la presidencia de la república para el PAN. La alternancia llegó, pero siguieron vigentes el rezago educativo, la corrupción, los abusos en los cuerpos policiacos, siguió la importación de braceros, continuaron los maltratos a menores, la trata de blanca y muchos etcéteras más.