Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
15 de septiembre, 2009
Este 15 de septiembre, acudió ante legisladores, Agustín Carstens, secretario de hacienda y crédito publico. El voluminoso funcionario se presentó ante los integrantes del poder legislativo para la glosa del tercer informe de gobierno y, obvio, para la defensa del paquete económico 2010. Para muchos, no fue un buen día, porque se dio esa comparecencia un 15 de septiembre por la mañana, cuando una gran parte de diputados y senadores andan muy preocupados por regresar a sus lugares de origen, o por la fiesta mexicana de la noche. Dedicarle atención a Carstens pudo ser para muchos de nuestros legisladores, un gran sacrificio en un momento previo al grito de independencia. Total, que este día 15, el gobierno federal tuvo la oportunidad de “vender” su paquete económico. Trabajo bastante complicado, cuando cada día aumentan las voces que se alzan en contra de, principalmente, el impuesto a la pobreza, el famosos 2 por ciento sobre el consumo. Carlos Navarrete, dirigente del senado, tan criticado por haber saludado a Calderón, de plano le sacó las cruces a lo que calificó como un iva disfrazado; dijo que ese tema está enterrado. Pedro Jimenez, coordinador de Convergencia, fue claro: Ese paquete generará mas pobreza y mas desempleo. Y así por el estilo. Priistas, perredistas, verdes y de todos los colores, con excepción del azul, volvieron a la cargas: rechazo a esa propuesta. Y esto se pone más feo para el gobierno federal, cuando organismos tan serios como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, revela estudios en los que establece que el 2 por ciento pegará a los más pobres, obligando a millones a dejar bienes, por pagar solo alimentos. Es decir, esa gente, tendrá que sacrificar bienes y servicios no necesarios, para poder mantener su patrón de alimentación. Grave. De acuerdo con el análisis de José Luis de la Cruz, investigador del ITESM, los hogares con menores ingresos —6 mil 725 pesos trimestrales— verán disminuidos sus ingresos reales 2.2%. La investigación es la primera aproximación sobre los eventuales efectos en la sociedad de los nuevos gravámenes. Aunque De la Cruz menciona que la mayor carga tributaria se resentirá en las clases media y alta, el impacto más fuerte se dará entre los sectores de menos recursos. “Es gente que vive al día y no tiene capacidad de ahorro; los más ricos tendrán que sacrificar su ahorro para enfrentar este problema y los más pobres tendrán que renunciar a bienes y servicios”, dijo textualmente. Que duro. Y sin más ni más, Carstens propuso a los gobiernos estatales alcanzar acuerdos (ordenar, pues) con los municipios, para generar sus propios ingresos tributarios, principalmente via el impuesto predial. Es decir, nuestro secretario de Hacienda les dice a los gobernadores que ordenen un aumento a ese impuesto estatal y de esa manera se harán de recursos. Vaya. Y ahora salen con que los gobernadores podrían ser los que inclinen la balanza, recordando que los diputados les deben a ellos su curul, y tendrán que responder a sus intereses. Y que lo que menos quieren los gobernadores es un 2010 de crisis y bancarrotas en sus finanzas estatales. Que por ahí va a ir la cosa. O sea, ¿es de esperarse una puñalada más al pueblo mexicano?