4 de octubre, 2009
En el inicio de esta semana, el dirigente panista en Tamaulipas, Francisco Javier Garza de Coss, desliza nombres de quienes pudieran ser sus candidatos en las principales ciudades de la entidad. Mucho trabajo tendrán que desarrollar los blanquiazules para poder acortar la ventaja que ya en estos momentos les llevan los priistas. Si, ventaja tricolor, porque aun y cuando en ese partido les tienen prohibido a sus militantes manifestar sus intenciones, es mas que evidente que, sean quienes sean, el PRI va a aventar al ruedo a personajes que ya tienen tiempo haciendo labor de presencia en medios y sectores. Al menos a nivel municipal, eso de “el golpe de calor” no aplica. La inercia de la victoria priista del pasado mes de julio, aun se trae. Y no sabemos si triunfadores de aquella elección van a volver a ser candidatos. Pero Everardo, Edgar, Baltasar y algún otro, serian cuadros muy difíciles de vencer por los panistas, la verdad. Del congreso local podrían salir otros priistas. E igual, llegarían fuertes. Así que, panistas, la desventaja, por ahora es grande. Pero no imposible de acortar. Si los blanquiazules salieran ya, abierta y descaradamente, pero sin brincarse la ley, podrían ir posicionando a sus personajes. Salir ya, significa estar unidos y pensar en el beneficio del partido y no en el personal o del grupo. Significa sacrificar intereses, resolver problemas y acabar con ancestrales pleitos internos. Un caso que ejemplifica claramente esto, se da en Matamoros, donde una corriente se inclina por la fácil; traer del congreso federal a Leticia Salazar. Otros, piensan que el ex legislador, Carlos García es la solución. Y otros, los mas radicales, creen que Julio Almanza debe ser candidato. Y que se pongan de acuerdo, será muy difícil. Si dejaran a un lado sus divisiones, sus enconos de grupos y se decidieran a dar una pelea digna y fuerte, están en este momento con el tiempo suficiente para hacerlo. De no tomar decisiones trascendentes pronto, el PAN en Tamaulipas estará a un paso de convertirse en un partido fantasma. Como el inexistente PRD. Y los sueños de muchos, de ver algún día al panismo gobernar a Tamaulipas, quedaran solo en eso, en sueños. Porque esta mas que claro que si no son capaces de ganar la mayoría de las alcaldías y el congreso, no podrán ni siquiera pensar en ganar la gubernatura. En términos matemáticos, el PAN en esta entidad, debe dejar de dividir, para que pueda sumar, y después multiplicar.