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Panista peleoneros

Martín SIFUENTES

6 de octubre, 2009

Escandalillo en Matamoros. Resulta que desde hace dos días, se ventila en algunos medios fronterizos, una conversación telefónica que sostuvieron hace por lo menos dos años, Baltazar Hinojosa, entonces alcalde de Matamoros, y Ramiro Salazar, llamado por algunos “líder moral” del PAN en esta ciudad. El dialogo entre ambos personajes, grabado evidentemente en forma ilegal, se desarrolla en medio de palabrotas. Es una platica en la que no queda muy claro el tema central, sin embargo, no parece tratarse de algún oscuro acuerdo, ni de un complot, mucho menos de un plan en contra de grupo o persona. La intención al exhibir la grabación, se percibe como una jugada de dos bandas; por un lado, se muestra a Baltazar teniendo “acuerdos” con gente de la oposición y con un lenguaje de carretonero. Por otro lado, un Ramiro que se lleva de maravilla con priistas, y por lo tanto indigno para proponer a su hija para ser candidata a la alcaldía el próximo año. Ramiro Salazar acusa directamente de haber grabado la plática y de mandarla a los medios, a otro panista: a Julio Almanza. Y de paso, Salazar le da un revolcón a Almanza y a la CANACO, recordando que ese grupo ha saqueado durante años a la Junta de Aguas de Matamoros, con “aviadurías” y pagos por diversos rubros. Le adelanta también que lo demandará por el delito de espionaje telefónico. Todo lo anterior, solo deja en claro lo que es más que evidente: La descomposición del panismo, las intensas luchas intestinas y el divisionismo que raya en fracturas incurables. El enfrentamiento Salazar-Almanza no es nuevo. Han tenido sus épocas de paz, pero cíclicamente vuelven a chocar. Sin ir más lejos, el pasado 4 de julio, un hijo de Ramiro fue denunciado ante la Procuraduría Especializada en Delitos Electorales, por supuestos golpes a miembros de la Cámara de Comercio. Y no pasó nada. Hoy vuelven al frente de guerra. Y es que Ramiro, desde su posición privilegiada en el PAN de Matamoros, se opondrá siempre a la posibilidad de que Almanza sea candidato. Y Julio, a meses de la designación, lanza sus obuses. A menos de que sean ambos inocentes, que no lo son, deben pensar que todo este escandalillo, no hace más que fortalecer a quien quieren derrotar en la próxima contienda: El PRI.
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