Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de febrero, 2013
Nunca antes, ni en un evento social, cívico o político, se había logrado reunir a todos los ex alcaldes vivos que tiene Nuevo Laredo, además de toda la clase política.
A Carlos Montiel, y al PRI, les toca ese mérito.
El acto de solicitud de registro de Carlos Montiel como pre-candidato del PRI a la presidencia municipal reunió a los ocho ex alcaldes vivos: Heberto Villarreal García, Arturo Cortés Villada, Horacio Garza Garza, Mónica García Velázquez, Marcos Alejandro García, José Manuel Suárez López, Daniel Peña Treviño y Ramón Garza Barrios, además del alcalde en funciones, Benjamín Galván Gómez.
Pero además, también participaron todos los que, en su momento, aspiraron a conseguir la candidatura del PRI: los diputados locales Rosa María Alvarado Monroy y Héctor Canales Escamilla; Cristabell Zamora Cabrera, Jesús Valdez Zermeño, Manuel Canales Escamilla, Arturo Cortés Villada, Imelda Mangin Torre, Fernando Castillo Villarreal y Enrique Reséndez Covarrubias.
Este último desistió de su intención de registrarse y con su presencia en el acto de Carlos Montiel disipó las dudas que había sobre su posición ante las elecciones que se avecinan.
También estuvieron ex presidentes del PRI, ex diputados federales y ex diputados locales, además de los secretarios generales de los sectores y organizaciones del PRI.
La unidad de los priistas de Nuevo Laredo quedó sellada con la presencia del dirigente estatal, Ramiro Ramos Salinas quien viajo ex profeso, para atestiguar que los priistas irán unidos en las elecciones del 7 de julio.
Una presencia muy significativa fue la de Horacio Garza Garza. Durante los meses anteriores, desde el PAN se ha querido vender la idea de que el ex alcalde esta atrás de su candidato. Por su parte Horacio, en una y otra ocasión, ha reiterado su institucionalidad al PRI. Desde el PAN se construye una campaña apoyado en fantasmas y uno de esos es el de Horacio Garza, pero lo curioso es que es un personaje real y si su papal no está claro del todo, es porque no quiere involucrar cuestiones personales en un asunto político.
Carlos Montiel se vio tranquilo, relajado, y no es para menos, pues toda la clase política se hizo presente en este acto de registro, con el que se manda un mensaje de unidad de los priistas. Pero además, Montiel se lo ganó a pulso. El siempre fue ejemplo de disciplina e institucionalidad y ahora los priistas le regresan la copa, actuando con la misma institucionalidad. Es una unidad que por lo pronto es muy convincente.
Con este evento, atrás quedó el 1 de julio, ahora los priistas ven hacia adelante, convencidos de que no es lo mismo una elección federal que una local, pero además, también están convencidos de que para ganar se necesita de la unidad de todos, incluido el segmento de la sociedad civil que no se identifica con ningún partido y que en cada elección se mueve en base a la credibilidad de las propuestas que les formulan los partidos.