Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
10 de marzo, 2013
Todos los políticos reaccionan de diferente manera cuando la suerte no les favorece en la búsqueda de una candidatura o una elección.
Después de que se nominó a Carlos Montiel para la pre-candidatura del PRI a la alcaldía todos los aspirantes, excepto Enrique Reséndez, fueron institucionales y aceptaron la designación.
Todos los que fueron aspirantes sabían las reglas del juego y las aceptaron y con mayor razón Reséndez que en el 2012 operó la candidatura de Verónica Flores, que a diferencia de Montiel, llegó sin tener trayectoria política.
En cada elección siempre son varios los que buscan la candidatura y solo uno el que la obtiene. Antes de ser regidor, Fernando Castillo, se quedó a mitad del camino en dos ocasiones y tuvo que hacer de tripas corazón, cuando se prefirió a un comerciante informal que a él. Ese comerciante, Armando Torres, dos veces ha sido regidor y en cambio, Fernando ya fue regidor, secretario general de la CNOP, presidente del PRI y ahora es candidato a diputado. Salió ganando, pues.
¿Quién no recuerda cuando a Horacio Garza se le cayó la diputación federal en 1997 y el Gobernador Manuel Cavazos prefirió a Mónica García?
¿O cuando a Daniel Covarrubias se le cayó la candidatura a la alcaldía porque en la presidencia nacional del PRI se cambio a María de los Angeles Moreno --quien ya lo había palomeado -- por Santiago Oñate, que no siguió el acuerdo de su antecesora?
En fechas más recientes, en el 2003, José Manuel Abdala se coló a la diputación federal cuando Daniel Peña tenía la nominación en la bolsa. Daniel hizo el entripado de su vida y un año después logró la nominación a la alcaldía, a pesar de que las encuestas favorecían a Ramón Garza Barrios.
En el 2007, el gobernador Eugenio Hernández sacrificó a su amigo Carlos Montiel para darle la nominación a Ramón Garza Barrios, porque las encuestas lo ubicaban como el mejor posicionado. Tres años después, nuevamente se sacrifico a Montiel y en su lugar se nominó a Benjamín Galván.
A nivel de regidor, Arturo Bolaños Fernández fue tres veces regidor, pero todas en calidad de suplente. Alvaro Fernández, se ha quedado en el camino tres o cuatro veces, a pesar de encabezar las ternas del Movimiento Territorial, porque desde Ciudad Victoria se toma el acuerdo de que la regiduría sea para una mujer. Por la misma razón, a Jorge Luis Benavides se le hizo a un lado en dos ocasiones y fue hasta la tercera vez en que la suerte le favoreció.
Elementos como Juan José Zarate o el doctor Rafael Benavides han figurado en las listas de prospectos, en varias ocasiones y al final se les hace a un lado, sin que por lo menos se les dedique un “usted disculpe”.
Es posible que a nivel privado más de uno de los aspirantes que se quedaron en el camino, hayan lanzado toda clase de vituperios en contra de quién los hizo a un lado, pero en público la mayoría ha sido respetuoso e institucional, lo que más adelante les ha favorecido para lograr otra candidatura. Lograr una posición, es una carrera más de resistencia que de distancia.
Hay líderes de comerciantes de la CNOP como Rafael Pérez Pensamiento, Rosa Fabían, que han figurado en las listas en varias ocasiones y nunca han llegado y a pesar de ello ahí siguen en el PRI, abriendo brecha, como diría el inolvidable Juan Barrera Gómez.