Con todo el Poder de la Información

Luis Alonso Vásquez

Dirección General

Martha Isabel Alvarado

Sub Dirección General

Logotipo Reportes en la Red
El Partenón
Alberto Guerra Salazar

Al rescate de laguna en Reynosa

Alberto Guerra Salazar

José Inés Figueroa

El vaso casi lleno

José Inés Figueroa

Arnoldo García

Desatados

Arnoldo García

Nuevo Laredo

'Ahora si... ahora si' otra vez

Raúl HERNANDEZ

16 de mayo, 2013

Cada que hay una elección los militantes y simpatizantes de todos los partidos políticos suelen decir: “Ahora sí hay mucha efervescencia, la ciudadanía va a salir a votar en masa”. Se llega la elección  y finalmente  no se da ese  voto masivo. Esto lo venimos escuchando en las últimas 20 elecciones  locales y federales que nos ha tocado cubrir como reportero.

En cada elección el ánimo de los que están involucrados en los partidos es el mismo: “La gente está harta de esto y aquello y va a salir en masa”.

Las estadísticas indican que la más alta votación aquí en Nuevo Laredo se dio en 1994, en la elección presidencial, cuando estaba reciente el asesinato de Luis Donaldo Colosio y voto el 73 por ciento. Seis años después la votación bajo al 54 por ciento, aunque fue suficiente para que el PAN ganara la presidencia de la república, misma que mantuvo 12 años.

En las últimas elecciones  locales de 2007 y 2010, la votación no ha pasado del 40 por ciento, con el elemento adicional de que en ambas elecciones el PRI obtuvo 7 de cada 10 votos emitidos.

A nosotros nos daría gusto una sociedad activa y actuante. ¿Se imagina una elección donde salgan a votar por lo menos el 80 por ciento de los ciudadanos que aparecen en la lista nominal? ¿Qué pasaría si un partido, u otra organización, tuviese capacidad para movilizar a 150 mil personas? Con 150 mil personas en la calle, todo, absolutamente todo, cambiaría, pero que la tercera parte de una ciudad tome las calles solo pasa en las películas.

Hoy, como en el 2012, como en el 2010, como en el 2009, como en el 2007 y como en cada elección anterior, oímos hablar del hartazgo de la ciudadanía y a estas alturas, en un ejercicio de reflexión, tanto partidos como candidatos,   deben estar conscientes que no hay ninguno de ellos que pueda asegurar que tiene las simpatías mayoritarias.

El actual proceso de selección de candidatos a alcaldes, diputados y regidores, dejo mucha gente lastimada en el PAN… pero igual ocurrió en el PRI, y en el PRD, y en el PT, y en el MC. Por eso no es casual que se hayan dado renuncias formales e informales en todos los partidos. El impacto ha sido mayor en el PAN, pero también  hubo  desbandadas y renuncias en el MC, donde todos los aspirantes originales a la alcaldía y a las diputaciones renunciaron. En el PRI, un exlíder cambio de bando; y en el PRD, la que fue su candidata en el 2010 y en el 2012, decidió irse al PT.

Cada partido ya hizo su propio recuento de daños de estas  renuncias. Es un recuento a título partidista, porque hasta eso, hasta ahora, pareciera que a ningún partido le interesa lo que opinen los apartidistas y los que no votan, que son mayoría, pues representan el 60 por ciento de la lista nominal,  alrededor de 175 mil personas. ¿Acaso los partidos piensan que estos 175 mil apartidistas no razonan y pueden hacer sus propias deducciones sobre las renuncias individuales y masivas?

A los pleitos internos en los partidos, se agrega la campaña de porquería que militantes y simpatizantes de uno y otro partidos se lanzan entre sí, a través de las redes sociales, escudados en el anonimato, convencidos de que eso influiría en el voto.

 

Más artículos de Raúl HERNANDEZ
El Partenón
Martha Isabel Alvarado

¿Así o más veloces?

Martha Isabel Alvarado

José Luis B. Garza

La frontera, un tercer país

José Luis B. Garza

Carlos López Arriaga

Doña Luz, su cara oscura

Carlos López Arriaga

Clemente Castro

Van contra la impunidad

Clemente Castro