Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
21 de mayo, 2013
Tanto Cristabell Zamora Cabrera como Fernando Castillo Villarreal llegan a la campaña prácticamente sin rival enfrente.
Si a Viviano Vázquez lo arropa el respaldo de Líderes Unidos, Cristabell tiene el apoyo del Movimiento Territorial y Fernando el del Grupo Impulso. Además, a ambos los avala su propia trayectoria política.
Y si todo eso fuera poco, ambos están construyendo un presente que los avale en el futuro inmediato. Ambos, saben que no solo tienen que ganar, sino que además deben hacerlo con una amplia ventaja sobre sus adversarios, lo que les permitirá dar un paso más en sus carreras políticas.
Los rivales de ambos son de poco peso. Es como enfrentar en el boxeo a un peso pesado contra uno mini-mosca.
En el Distrito I, Fernando Castillo tiene como adversarios a Salvador Rosas del PAN; Julio Baldenegro del PRD; Rubí Chávez del MC; y Roberto Rodríguez, del PT. En todos los casos, los candidatos opositores le apuestan a que su candidato a la presidencia municipal les de votos suficientes para ganar.
En el Distrito II, pasa lo mismo, los rivales de Cristabell Zamora son Laura Zarate por el PAN; Lizbeth Marín del PT; Betty Martell por el PRD. Cristabell va sola, es la mejor oradora, ha sido regidora y diputada federal y tiene el respaldo incondicional del Movimiento Territorial.
Pero además, ambos no han perdido el tiempo. Cristabell salió a recorrer las calles de la colonia Unidad Nacional y Fernando hizo lo propio en la Othón Chávez y la Voluntad y Trabajo II. Ambos saben que se tiene que tocar puertas y ganarse el voto, no solo de los priistas sino también de los apartidistas que en estos momentos no tienen decidido por quién votar.
En otro tema, da risa la forma en que el profesor Arnulfo Rodríguez Treviño se queja de que la dirigencia estatal del Sindicato de Maestros lo hizo a un lado para que no aparezca en la lista de candidatos a diputados plurinominales.
Ciertamente, el año pasado Arnulfo logró más de 100 mil votos en todo el Estado, como candidato a senador, 19 mil de los cuales obtuvo en el Distrito I y eso debió influir para tomarlo en cuenta, pero da la casualidad de que cuando el fue secretario general de la Sección 30 utilizó el poder para favorecer a su propio grupo, tanto en el sindicato como en el aspecto electoral. Hoy Rafael Méndez lo hace a un lado, pero el sucesor de este le va hacer lo mismo y así seguirá pasando, por los siglos de los siglos. Es una política carroñera, pero así ha sido siempre. A Elba Esther su antecesor, Carlos Jongitud la encumbró y después la propia Elba Esther lo eliminó, sindicalmente. Los que antes se desvivían por quedar bien a Elba Esther, incluidos Arnulfo y varios maestros de Nuevo Laredo que con cierta frecuencia le hacían llegar regalos, ahora ni se acuerdan de visitarla en el reclusorio para llevarle algunas frutas.
En el magisterio siempre se ha usado el poder para aplastar a los adversarios y quién sabe si algún día las cosas lleguen a cambiar.