Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
2 de julio, 2013
Durante 46 días, los partidos políticos, nos atiborraron de mensajes en los medios electrónicos y escritos. Colocaron miles de mantas afuera de los domicilios, se apropiaron de decenas de espectaculares. En conjunto nos presentaron tantas y tantas propuestas de campaña que ya nos imaginamos a Nuevo Laredo convertido en un nuevo Paris, cuando la realidad es que vienen días difíciles para nuestra ciudad, gane el partido que gane.
Durante estos 46 días los cinco candidatos a la presidencia municipal se dedicaron a lo suyo. Ciertamente la competencia se va a dar entre el PRI y el PAN, pero la presencia del PT, MC y PRD no solo era obligada, sino necesaria. En toda democracia, las minorías tienen derechos y ellos deciden si los ejercen.
Esta ha sido una campaña muy movida e intensa que recuerda a la de 1983, cuando el candidato del PAN, Ignacio Quiñones, con el apoyo de los parmistas que se habían quedado sin partido, le dieron la pelea al PRI y le ganaron en las urnas, pero perdieron en una mesa de negoc1ación.
En 1995, el PARM, con la dupla Carlos Cantú Rosas y la editora Ninfa Deándar, desplegaron una campaña muy intensa, aunque al final terminaron perdiendo ante el PRI. Y en el 2001, el PAN, con Heriberto Deándar, nuevamente le dio la pelea al PRI.
En esas tres campañas, la de 1983, 1995 y 2001, la oposición hizo su trabajo, pero les faltó un plus para ganar.
Hoy Carlos Canturosas Jr., busca ganarle al PRI para lo cual se apoya en un grupo de priistas inconformes con su partido, que buscan darle valor a aquello de que “para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo”. El tiempo dirá si la alianza entre Canturosas y los priistas fue buena. Muchos panistas que hoy están al margen de la campaña, están convencidos de que venderle el alma al diablo no es bueno.
Aunque la campaña de Canturosas es más mediática que territorial, es innegable que el hombre ha hecho lo suyo. Todos los días se le ve caminando por las calles y sostiene reuniones con organizaciones. Si un error le vemos a la campaña, es el afán a la exageración. Una mentira jamás se convertirá en verdad, aunque se repita un millón de veces.
Hoy seguramente habrá miles de asistentes al cierre de Carlos Canturosas, deseosos de disfrutar al grupo Pesado, que el domingo estuvo en el cierre del PRI en Río Bravo y junto a 18 mil personas; el lunes estuvo en Victoria, en el cierre del Movimiento Ciudadano y reunió a 20 mil; ayer martes estuvo en Tampico, en el cierre del PRI.
Ayer fue el cierre de campaña de Carlos Montiel Saeb y seguramente miles de personas asistieron atraídas por la presencia del grupo Intocable. ¿Había necesidad de un grupo? El PRI ha demostrado que no necesita de grupos para mostrar su capacidad de movilización, movilización de la que también hace uso el PAN y los demás partidos. Pero si lo hace el PRI es ¡Horror de hororres!, pero si lo hace el PAN, es para facilitar el traslado de los simpatizantes.