Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
3 de julio, 2013
Más de 30 mil personas asistieron al cierre de campaña de Carlos Montiel Saeb, lo que sirvió para reafirmar la confianza del PRI de que saldrá triunfante el 7 de julio.
Es innegable que el PRI tiene una estructura territorial y una gran movilización, para obtener en las urnas una votación superior a las 30 mil almas que se reunieron en el cierre, un porcentaje de las cuales fueron a disfrutar las melodías del grupo Intocable.
Durante la campaña, el PRI reunió a miles y miles de simpatizantes, muchos de los cuales asistieron a dos, a tres, a cinco, a diez eventos diferentes, lo que reafirmó su militancia, pues no vacilaron en ir a cuanta actividad se les convoco.
El PRI va a sacar a su voto duro este 7 de julio. Es un voto duro que no se puede cuantificar con exactitud. En el 2007, por ejemplo, fue de 71 mil votos, en el 2010 fueron 83 mil. En el 2012, el PRI obtuvo 43 mil votos, más 19 mil de Nueva Alianza y 4 mil del Partido Verde, con los que entonces no estaba aliado, pero ahora sí.
Pero además, una elección federal es diferente a una local. En el 2000 el PRI perdió la elección federal con 56 mil votos y al año siguiente obtuvo 52 mil en la alcaldía. El PAN en el 2000 obtuvo 60 mil votos, pero al año siguiente bajo a 32 mil, con todo y que el gobierno federal estaba en manos de un panista. Hoy el escenario es diferente al del 2000, pues si bien el PRI perdió el año pasado la diputación, a cambio gano la presidencia de la república, por eso hubo priistas que en vez de sentarse a llorar, estallaron de júbilo pues a cambio de ceder una diputación federal se logró sacar al PAN de Los Pinos.
Para el PAN ganar una diputación, a cambio de perder la presidencia de la república, fue una victoria pírrica. Hubo quienes lo entendieron así, sobre todo quienes gracias a la permanencia del PAN en el gobierno federal tuvieron acceso a trabajos en el gobierno federal y que hoy se encuentran desempleados. Por supuesto, hay quienes todavía andan borrachos de alegría festejando que ganaron la diputación federal en las elecciones del 2012. Es muy su gusto.
En este proceso electoral el PAN ha hecho muy buena campaña, una de las mejores, pero igual ha hecho el PRI. Ha sido el propio PAN quien inspiró a los priistas a hacer su mejor esfuerzo. La competencia obligó a los priistas a no dejar nada al azar. Los sectores, las organizaciones, los grupos políticos, la clase política, los ex alcaldes, el militante más modesto, se unieron, con el objetivo de ganar la elección. No sabemos si fue temor o fue cautela, pero lo cierto es que los priistas mostraron una unidad que no se había visto en anteriores elecciones.
Durante un año, los partidos se dedicaron a prepararse para la elección del 7 de julio. Las restricciones que les impone la ley fueron insuficientes para contener sus aspiraciones. Tanto el PRI como el PAN se prepararon con mucha anticipación. Los resultados de ese trabajo se verán el 7 de julio, una elección que se anticipa competida, pero hasta el domingo sabremos si así fue o sí todo se quedó en el terreno mediático.