Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
7 de enero, 2010
Para nada debe ser sorpresivo si el PRI tamaulipeco, en su “afán equitativo” coloca en sus listas de aspirantes al congreso a más de tres mujeres. La verdad es que, salvo honrosas excepciones, en los últimos años, ese partido no ha sido muy prolífico a la hora de hacer brillar a las féminas. Es más, acusa de una aguda escasez de valores que puedan garantizarles abiertos triunfos electorales. Sin ir más lejos, veamos el caso Matamoros, ciudad en la cual, al haberse ampliado el numero de distritos, “se le tiene que dar jugada a una mujer”, a decir del propio dirigente estatal tricolor, Ricardo Gamundi. Aquí, desde hace tiempo se ha tratado de perfilar a ciertas damas, pero que por una razón u otra, no han crecido. Gente ligada a la administración municipal, como Mari Carmen Domínguez, Sandra García, Dolores de la Garza, Rosy Rojas y Corina Ramírez, no han logrado levantar el vuelo. Como tampoco lo han hecho Rocío Escobar, Alejandrina Martínez o Alejandrina Molina. Ninguna ha destacado. O no se los han permitido, o no han tenido la capacidad política para ello. Resultado: ninguna garantiza seguridad al PRI a la hora de una votación. Por todo lo anterior, nuevamente se tendrá que voltear hacia la emblemática figura de la maestra Guadalupe Flores. Mujer probada, capacitada, hecha. Ha sido candidata muchas veces. Le ha tocado ganar. Y también ha perdido elecciones. Pero sin lugar a dudas, la mujer más fuerte políticamente hablando. En su contra opera, y grandemente, el hecho de ser una carta muy usada. Un recurso muy gastado por el priismo. Pero de que tiene experiencia y oficio, no hay duda.. Y si nada extraordinario sucede, anótela en la terna con que jugará el PRI en Matamoros.