Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
20 de abril, 2010
Tenía tiempo que no se veía en Matamoros un acto priista como el de la tarde de este martes 20 de abril. La toma de protesta de Alfonso Sánchez Garza, dio la oportunidad, para que, como en los viejos tiempos, se juntaran varios miles de tricolores e hicieran sentir a propios y extraños, que ya agrupados, hacen ruido. Esto no se vio ni en el destape de Poncho, ni en el registro. La última vez fue hace casi tres años, cuando la campaña de Erick Silva. Y como era antes, volvió el acarreo. Decenas de autobuses llevaron a la gente al lugar. Y no hubo regreso. Cientos buscaban, al final, regresarse como pudieran a sus colonias. Bajo un intenso calor, el Centro de Convenciones Mundo Nuevo, lució lleno. Y si, demasiado calor, demasiada gente en un lugar en donde se olvidaron de reparar, desde hace mucho tiempo los aparatos de aire acondicionado. Pero eso no fue obstáculo, solo una incomodidad. Poncho se convierte en candidato oficial, y se enfrenta al reto de sacar adelante a su partido, en lo que se puede esperar, será la elección más complicada para el PRI en Matamoros en muchos años. Y si, porque, nunca se había enfrentado, en conjunto, con un PAN con buen candidato, con una sociedad atemorizada por la inseguridad, azolada por la crisis económica y con un pronóstico alto de abstencionismo. Todos estos factores, harán que el PRI luche en varios frentes a la vez. Ahí está el reto más importante a vencer. Y Alfonso lo sabe. La tarea que se acaba de echar encima, no será fácil. Independientemente de ello, habrá de hacer frente a la guerra interna que ya se desató en su propio partido. El lleno en el Mundo Nuevo tiene una explicación: Todos quieren algo. Y ya empezaron los golpes bajos y los jaloneos por las posiciones en la planilla. En su discurso, Alfonso fue claro y directo. Ha mejorado su retorica y ya se le ve más maduro, con mayor oficio. Y eso es bueno. Combinado con su rostro de niño bueno, da una interesante mezcla. No pasó desapercibido el acomodo en el presídium; a la derecha de Alfonso, Rodolfo Torre, y al lado de éste, Tomas Yarrington. En el otro extremo de Sánchez, Ricardo Gamundi. Y al terminar de rendir la protesta, a quien primero abrazó, fue precisamente al ex gobernador, a Tomás Yarrington. Sin duda, fue al primero que vio después de los aplausos. Pecata minuta. Lo más duro es lo que viene. No tan solo va contra el PAN. Hay obstáculos más complicados a vencer.