Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de mayo, 2010
Estará de acuerdo en que el caso de “el jefe” Diego está convertido en asunto de estado. Para el gobierno panista el resto de los problemas que enfrentan los mexicas importan maldita la cosa, por ahora la prioridad es que aparezca el ícono azul pero además sano y salvo pa’ culminar el capítulo echándose porras, tal cual lo hace FCH cada ocasión que brinca las fronteras nacionales. Por cierto, ¿porqué Calderón no atiende el pedido de la familia de Diego en sentido de facilitar la comunicación con sus captores?. Digo, porque este sábado durante la asamblea panista su discurso lo dedicó al desaparecido con abundancia de adjetivos algunos fuera de lugar por lo exagerado, tanto, que uno imaginó ser testigo del nacimiento de un héroe nacional como regalo del bicentenario. Está bien que a toro pasado pretenda demostrar que las diferencias nunca fueron más allá de malos entendidos cuando de sobra es conocido que en los albores de la sucesión presidencial el choque fue frontal, al punto de colisión a dos de tres caídas sin límite de tiempo. Está bien, digo, pero que no quiera “chamaquear” a sus propios compas que saben, bien que saben, que desde entonces ya no comparten ni el lunch a la hora de recreo. ¿Porqué cree que “el jefe” se mantenía al margen de la grilla?. ¡Psss por lo mismo!. Sin embargo hay que entender que la intención del discurso de FCH es política cuando están en juego doce gubernaturas y cuando está claro que el PAN va en caída libre hacia el fracaso, sea que algunos miles de votos no les caerían mal a los cientos de candidatos que andan por ahí dando más lástimas que el horrendo juego de la final del fut mexicano. ¡Puro mediocre que no la hacen ni entre “llaneros”!. De manera que la nación está en vilo y temiendo “lo pior”, sin que ello obste pa’ la aparición, sobre todo en internet, de chistes crueles como aquella imagen donde se aprecia la cabeza de Diego en el extremo opuesto de la cama donde “descubrieron” a la pequeña Paulette, con este título: “¡Apareció “el jefe” Diego!”. Ah, raza. Y, “ya que tocas el punto”, como dijo aquel. Por supuesto que pocos se tragan el resultado de las investigaciones relacionadas con Paulette. Pueden ciertas o no, pero lo grotesco es que un procurador de Justicia, el tal “Babaz”, haya acusado a priori a quiénes suponía culpables de un pretendido homicidio el cual quedó en mero accidente. Todos lo escuchamos al principio y con esa finta se fue la opinión publica dando pie a la satanización de la madre.¿ Y qué tal los calificativos de la psicóloga en que “Babaz” se apoyó quien no la bajó de perversa, fría, calculadora y altamente peligrosa?. Y luego “el amante” que nunca apareció. Total, toda una telenovela donde lo único real fue la muerte de la pequeña. Pero a lo que voy es que en todo este baile también sale perdiendo Enrique Peña Nieto porque, ¡oiga!, ¿pues que clase de justicia si es que el hombre le pega a la presidencia de la república?. Cruz, cruz que se vaya el diablo y venga Jesús si el ahora gobernador del estado de México nombra como titular de la PGR al mentado “Babaz”. ¡Ay, güey!, para él todos seríamos culpables hasta no demostrar lo contrario. En cuanto a Diego, la foto donde aparece vendado y visiblemente maltrecho, es una humillación pero no solo contra él y su familia, sino contra todo lo que representa el sistema, sea soberbia, prepotencia, impunidad y un alto grado de importamadrismo por los problemas de las mayorías. Y ni modo que sea invento. SUCEDE QUE Este martes Rodolfo Torre Cantú encabezará el foro sobre seguridad, uno de los más significativos y del que sin duda saldrán propuestas válidas para la próxima administración, aunque tal vez lo importante es que El Doc le entra de frente a problemas derivados de circunstancias como el que nos ocupa. Ojala y la difusión sea lo más amplia posible considerando que el tema es de los que realmente interesan a todos. En este sentido está claro que RTC está decidido a no dejar ninguna inquietud social al margen, y con mayor razón la señalada. ¡Psssss hijuela!. Y hasta la próxima.