Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
27 de mayo, 2010
En esta guerra por la presidencia de la república las dirigencias de los partidos como las mujeres, se destrozan pero no se hacen daño. Se estorban, chocan, pasan los altos, cometen toda clase de infracciones y sin embargo, todos tan contentos. Ya lo vimos, lo volvemos a ver. No pasa nada, nadita de nada. ¿Dónde quedaron las pruebas del fraude en el 06?. Como dijo aquel: “ya nos saquearon, pero no nos volverán a saquear” y aquí seguimos padeciendo los mismos dolores. El asunto es que la señalada guerra es cruda, descarnada y en veces cruel, y sin embargo se ve y se siente que las dirigencias de los respectivos partidos compraron todo el cinismo del mercado. Usted preguntará, “¿ y este, ora que se trae?”, pues me traigo que eso de la alianza PAN-PRD es la forma más burda de jugar a las escondidas con la democracia. El caso de Quintana Roo deja al descubierto la condición humana llevada al límite de la desvergüenza. Nada más vea, dichos partidos echan las campanas y las campañas a volar en varios estados, mientras en el Caribe se pegan hasta con la bacinica. Ya sabemos, por una parte Chucho Ortega se llama ofendido e indignado por la aprehensión de Goyo Sánchez, el pastor religioso metido a candidato a gobernador, y por otro lado César Nava échale gasolina al fuego agravando el mismo asunto, mientras Fernando Gómez Mont y la PGR complementan el operativo que ha de disculpar, pero huele a caño, por los tiempos políticos no por otra cosa. Es un problema judicial, dicen en Gobernación; es algo político, señala Chucho. Pero no crea que este penoso caso separa al PAN y PRD, al contrario, tanto Nava como Ortega aseguran que el incidente no lesionará las alianzas establecidas en seis entidades. Y el respetillo a la militancia ¿qué?. En este sentido ya le digo que los dirigentes se destrozan pero no se hacen daño, aunque habrá que simular pa’ destantear al enemigo. Y es que el amasiato es un ensayo pa’ lo que viene, sea el asalto a Los Pinos donde lo más importante es dejar al PRI en el camino. Y uno se pregunta, ¿quién podría ser el candidato de esta santa alianza?. Acaso el carnal Marcelo Ebrad, ¿y qué tal Andrés Manuel Obrador?. No me diga que los panistas apoyarían a “el peje” o los perredistas a Ernesto Cordero el secretario de Hacienda, o al mentado Lujambio de Educación Pública. Aunque pensándolo bien y despacio la crisis moral que viven los políticos es tan profunda que entre ellos lo inesperado se convierte en cotidiano. ¡Ay, güey!. De manera que el objetivo es terminar con el sueño húmedo del PRI de regresar a la presidencia de la república, pero no será tan fácil sabiendo que en buena parte del país nomás los chicharrones del tricolor truenan. Dicho sea con todo respeto pa’ la gordis Paredes. Quedamos en que la unión PAN-PRD no se romperá por el encierro de un candidato a gobernador, mucho menos por la boda de Nava con una artista que huele a pañales. ¡Guácala!. SUCEDE QUE ¿ Y ora que hará Magdalena Peraza?. Se va al amparo, se resigna o quedase nomás mirando las dos tortas. Lo que no se quitará por los días de los días, es el acto de deslealtad que la mostró como una malagradecida. Solo falta que salga como aquel que dijo: “bueno sí firmé pero me dijeron que era pa’ una rifa”. Que feíto. Mientras tanto a Richard Gamundi no lo bajan de “brujo” al pronosticar el triunfo de su partido por 3 a 1. Mmmmmmmm. El cardenal Norberto Rivera Carrera vino a Tampico solo a bendecir el hospital “Los Ángeles” sucursal del que existe en defe y que dirige el paisano Misael Uribe. Atendió por supuesto, la invitación de sus propietarios los brothers Olegario y Mario Vázquez Raña. Por su parte Jesús Treviño Rábago candidato a alcalde de Reynosa por el PRD pudo tener alguna esperanza de triunfo hace años, cuando su inquieta generación parmista estuvo de moda, pero ahora ta’ caón. Y hasta la próxima.