Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de junio, 2010
Al PRI en Tamaulipas no se le escapa una. Pese a la ventaja que evidentemente lleva en la lucha por la gubernatura, no deja un hilo suelto. Las encuestas lo marcan como amplio favorito. La encuesta que publica Milenio en el inicio de esta semana, más la que Consulta Mitofsky da a conocer este día, lo confirma. A menos de que de aquí al domingo 4 de julio acontezca un terremoto político, Rodolfo Torre Cantú, será el próximo gobernador de esta entidad. Sin embargo, la continua presencia en estas tierras de personajes de peso completo del priismo nacional, hace ver que ni los mismos tricolores se sienten al cien por cien seguros. Y creen que con la asistencia a sus eventos de verdaderos dinosaurios, apuntalan la construcción de la victoria. Apantallan. El evento en el que estuvo presente Enrique peña Nieto, en el sur del estado el pasado fin de semana, más bien parecía la presentación de un grupo musical de moda, dada la enorme cantidad de gente que se congregó a ver a la estrella. Y según reportes, muchos realmente asistieron solamente para ver “de cerquitas” al gobernador mexiquense, y obvio, a su acompañante. Ya estuvo por aquí Beatriz Paredes. Y ahora, Manlio Fabio Beltrones, quien, por cierto, también aspira a ser el candidato priista para el 2012. Tamaulipas, es escenario de pasarelas políticas priistas. Pero, ojo, han hecho lo mismo en las otras entidades en donde habrá elecciones el mes que entra. No es que Tamaulipas sea un estado distinguido. Para la cúpula priista, esta entidad es parte de la estrategia nacional. Y además, nuestra entidad, no representa mayor problema electoral. La victoria no está en duda, como en otros estados. Aunque si le buscamos, por ahí la única preocupación tricolor, podría estar en algunos municipios y distritos. No lo marcan los resultados de las encuestas, pero en voz baja, comentan en Tampico, Reynosa y Matamoros, de cierta preocupación, mezclada con incertidumbre y hasta temor. Por aquello de las sorpresas. O sea, lo de Rodolfo Torre, es prácticamente un hecho. Lo demás, provoca una ligera inquietud.