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Nada que investigar

Carlos López Arriaga

29 de junio, 2010

En efecto, nada que investigar, mucho que castigar. A diferencia del caso COLOSIO, donde las autorías material e intelectual constituían misterios por resolver cuya importancia era crucial para la eficaz sanción de los hechos, por el contrario, en el bestial asesinato del doctor RODOLFO TORRE CANTÚ la duda estorba y las acciones apremian. El abanderado del PRI a la gubernatura de Tamaulipas fue víctima contundente del mismo rencor organizado que pueblo y autoridades bien conocemos. Esa furia bárbara e incontrolable que ha tenido en jaque a la entidad en los últimos tiempos y hemos compartido día con día entre secretos murmullos de pánico. Por ello pienso que carecen de importancia las pesquisas cansinas de la vetusta procuraduría tamaulipeca, hoy convertida en inútil pieza de museo. El doctor RODOLFO TORRE CANTÚ fue asesinado por grupos paramilitares oriundos del centro y sur del país, asistidos por tribus bárbaras reclutadas más allá del Suchiate, al amparo culposo de las mismas instancias uniformadas que dicen combatirlos y por completo ajenos a la identidad y a la cultura tamaulipecas. Aquí no hay chivo expiatorio ni asesino solitario que valga. Por ello siempre he calificado de estúpida la comodina explicación de los medios regiomontanos que, en su torpe maniqueísmo, han culpado invariablemente a Tamaulipas (así, de bulto) de todo lo que ocurre, ignorantes supinos de que los tamaulipecos somos víctimas de nuestra geografía, pues quienes delinquen aquí llegaron de muy lejos y operan con igual impunidad en tierras nuevoleonesas. La pregunta obligada para FELIPE CALDERÓN HINOJOSA es por qué razón en los últimos meses sus corporaciones federales (civiles y militares) han permanecido sospechosamente pasivas ante las acometidas furiosas de estos grupos apoderados impunemente de libramientos y carreteras, incluyendo instalaciones de hidrocarburos, a las que muy tardíamente se atendió cuando el clamor social resultó insoportable. Dicha complicidad es de rango amplio, constituye un encubrimiento claro de las corporaciones nacionales a las ofensivas sistemáticas del crimen organizado. Ello, pese a que, en innumerables ocasiones, los operativos de vigilancia suelan ubicarse a escasos kilómetros de los retenes ilegales. Encubrimiento, colusión, complicidad, silencio… ¿Qué más?... Los asesinos han andado sueltos en las carreteras nuestras por demasiado tiempo, sin que nadie haga algo para detenerlos, mientras el Ejército prefiere atajar a menores inocentes en municipalidades como Mier, Tamaulipas. Los lamentables hechos de este lunes tienen por antecedente esos largos meses de abandono y desidia, ese vacío de poder convenenciero, ofensivo y cobarde que entregó los caminos de la entidad al feliz arbitrio del crimen. Ocurrió que esta vez el terror carretero alcanzó de lleno al doctor RODOLFO TORRE CANTÚ, como meses y semanas atrás lo padecieron agricultores, ganaderos, comerciantes, empresarios, turistas, estudiantes, empleados públicos, profesionistas, amas de casa, ciudadanía llana, familias completas… Acaso la víctima sea hoy más conocida, aunque el verdugo (permítame decirle señor Procurador, por si no se ha dado cuenta) el verdugo es el mismo al que todos conocemos y tememos. ¿QUÉ VIENE AHORA? De manera secundaria quizás se puedan señalar algunos descuidos, excesos de confianza como el transportar a RODOLFO y a sus allegados en camionetas sin blindaje y con insuficiente cobertura de seguridad. Mención aparte merece el comentar que la desaparición del candidato priísta pone en jaque a las instituciones electorales de Tamaulipas, por encontrarnos a una semana de los comicios. Ciertamente, ya se detectan voces interesadas en que la contienda se traslade hasta el mes de noviembre, la fecha original signada para este cotejo. Opción especialmente pregonada entre aquellos sectores del PRI que alguna vez prendieron su veladora a prospectos actualmente inhabilitados para el relevo, por encontrarse en ejercicio de un cargo público. En mi opinión, acaso quepa un cambio de fecha pero únicamente el mínimo necesario (entre dos y cuatro semanas) para que un nuevo candidato tricolor pase por el tamiz de las urnas. Por salud mental de todos los que compartimos el hermoso cielo tamaulipeco, el cambio de candidato y de calendarios debe ser un ajuste ubicado en el más corto de los plazos posible. Posponer demasiado las cosas sería darle gusto a quienes acabaron con la vida del doctor TORRE CANTÚ con la intención aviesa de subvertir el orden. Por ello, si algo pudiera pedirle hoy al gobernador EUGENIO HERNANDEZ FLORES es que (en honor a un hombre congruente como fue, sin duda, RODOLFO TORRE) el priísmo se ponga de pié y continúe la marcha, sin mayor demora. Tamaulipas debe acelerar el ritmo de sus acciones constructivas, generosas y creativas. Nuestro reto es hacerlo con mayor rapidez de la que hoy muestran los emisarios del horror y el crimen. Descanse en paz RODOLFO TORRE CANTÚ, descanse en paz ENRIQUE BLACKMORE SMER y también sus acompañantes que compartieron tan cruel infortunio. Paz y consuelo para sus familias. -BUZON: vivatamaulipas@prodigy.net.mx -WEB: http://vivatamaulipas.blogspot.com
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