Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
6 de enero, 2011
1.- Dicese de los políticos que antes de serlo deben aprender a reír y si es necesario “a carcajiar”, por la sencilla razón de que es la forma más pronta y expedita de comunicarse con sus semejantes. De este agradable gesto nace el carisma que muchas veces es suficiente pa’ entregar vida y corazón. La confianza pues, que puede ganarse para siempre y sobre cualquier debilidad que pretenda opacarla.
¿Quién olvida a López Mateos cuando desde Palacio Nacional abría los brazos como queriendo atrapar a los mexicas. Y estos que jamás le negaron apoyo, respaldo y hasta tolerancia y complicidad por ciertos pecadillos de orden personal?.
La sonrisa es el reflejo del alma y entre los gobernantes la principal arma pa’ adentrarse en la confianza del ciudadano común, aquel que califica nomas por el puro trato. Es creíble eso de que también en política existe el amor a primera vista y muchos han fracasado justo porque no supieron reír a tiempo.
Es más, los juicios más duros han sido contra quienes confundieron el autoritarismo con la nobleza de gobernar. Díaz Ordaz, Echeverría, Zedillo por ejemplo, podrían haber desempeñado el mismito papel de don Porfirio de no haber sido porque nacieron después de la Revolución. El gesto dictatorial ya lo tenían.
¿Usted cree que Obama ganó por guapo, negrito o por sabio?, ¡no’mbre!, ganó porque los gringos necesitaban a un seductor de sonrisa fácil. Lo encontraron en Barack, al igual que los nacionales en Vicente Fox cuya personalidad estaba distante de las actitudes patibularias de los últimos presidentes provenientes del tricolor.
Que Fox sirvió pa’ maldita la cosa es otro cantar, pero de que conquistó a una mayoría huérfana, eso-que-ni-que.
Los tamaulipecos de hace medio siglo se quedaron con la sonrisa y el mirar profundo de Norberto Treviño Zapata, al igual que la paisanada actual conserva la imagen de Rodolfo Torre Cantú quien no escatimó cariños ni apapachos a sus partidarios que ya sabemos, siguen siendo millones que lo extrañan, justo por su carisma y esa manera tan natural de comunicarse al primer intento.
De manera que pa’ ser político hay que saber reír pero además contagiar, a efecto de recibir la confianza que cualquier líder necesita. Si no existe esta comunicación, que la virgen del Chorrito nos agarre confesados.
2.- Se fue Cruz López Aguilar de la dirigencia cenecista. En el evento de sucesión se le vio ojeroso, triste, cansado y sin ilusiones. En cambio el arribo de Gerardo Sánchez García estuvo enmarcado por la presencia de una docena de gobernadores, diputados, senadores etc, y desde luego por Bety Paredes cuyo discurso de cuatro minutos fue suficiente pa’ comprobar que el PRI no tiene la mínima intención de cambiar.
El mismo lenguaje, la misma demagogia y al final un vacío que presagia la tormenta que se avecina, es decir, el choque de trenes que podría dejar en calidad de moribundo al tricolor. Ni como creer que con Moreira se transformará cuando la mayor virtud del ex gobernador de Coahuila es el desmadre. Y ni modo que sea invento.
De manera que López Aguilar ya no es líder de la CNC aunque queda la esperanza de que pueda ser comisariado en su ejido “Lucio Blanco”. A lo mejor, si no psssss no.
SUCEDE QUE
Alguna responsabilidad le ha de tocar a la Contralora Gilda Cavazos lliteras con eso de que los funcionarios se niegan a realizar su declaración patrimonial. La funcionaria tiene enfrente al primer “torito”, ya veremos cómo libra este penoso asunto, con eso de que “la ley es la ley”.
Mientras tanto en el congreso los representativos de los diversos partidos partieron la rosca como lo harían los mismos santos reyes. La variante fue la convocatoria de unidad por parte de Lupita Flores quien hasta ahora se la ha llevado suavecita lo cual no deja de ser un mérito considerando “lo revolvido” que anda la “grilla”.
Y hasta la próxima.
(maxi-avila@hotmail.com)