¿Burka en Tamaulipas?

Max Avila

10 de enero, 2011

1.- Este domingo cientos de mujeres jóvenes botaron vestidos, faldas y pantalones, subieron al Metro y “en choninos” pasearon por el centro de la ciudad de México sin rubor ni falso recato. Al final del día mostraron la satisfacción de haberlo hecho en absoluta libertad. Sea que no fueron molestadas en lo más mínimo. El resto de los transeúntes, varones por supuesto, fueron los más interesados en que la grata experiencia se repita, “para honra de la democracia”, tal cual sucede en otras importantes ciudades “del mundo mundial”.

El hecho a nadie asustó, ni siquiera a las pudibundas matronas que acostumbran acudir a misa de doce en catedral. Tampoco fue motivo de arrebatado discurso de Norberto Rivera a favor de la moral y la decencia que tan bien se le da no solo por lo ensayado sino por el éxito económico con cargo a las buenas conciencias de la cristiandad. Saludos a mi socio Carlos Slim.

A nadie asustó digo, por el contrario mereció aplausos, uno que otro erótico suspiro sin mayores consecuencias y el reconocimiento a las autoridades por el respeto a la generosidad de estas damas que mucho las dignifica al mostrar lo que a naturaleza corresponde.

Usted dirá que hubo hombres que también hicieron lo propio, ha de disculpar pero no los vi, ocupado como estaba en el disfrute del señalado agasajo que debió provocar vigoroso sacudimiento de adormiladas gónadas en más de uno.

El asunto es que las sociedades desarrolladas como que se liberan de las telarañas tejidas alrededor del cuerpo humano, tolerando lo que a la vista del portador es además de admirado, altamente apetecible.

Lo anterior, ya dije, sucedió en la capital del país, pero ¿qué cree?, en Tamaulipas como que apena la belleza femenina, cual si reviviéramos la era victoriana de la hipocresía mundana. Pasa en algunas dependencias oficiales donde los jefes, aconsejados por quien sabe que fundamentalistas de oriente, prohíben minifaldas, escotes, mezclillas, tacones de moda y maquillaje.

Eso nomás pa’ empezar porque sabese de próximas disposiciones cuya aplicación obligará el uso de prendas parecidas a la burka afgana, que cubrirán el cuerpo entero de las secres. Le juro que no es exageración.

La secretaría de Salud es pionera en esta infamia, pero como los malos ejemplos cunden, otros funcionarios ya la implementan y algunos con mayor rigor, “nomás pa’ mostrar trabajo”. Ya veremos cómo reaccionan los defensores no oficiales de los derechos humanos.

Mientras tanto seguiremos siendo el hazme reír de la república. Y no pregunte porqué.

2.- La estimada e inteligente compañera Lucía Calderón nos remite a su primicia del nombramiento de Cecilia Robles como subsecretaria de Educación Básica en sustitución justamente de Bladimir Martínez. De resultar como lo señala la periodista, tendremos la principal razón por la que Arnulfo Rodríguez reculó en sus intenciones de paralizar este lunes  el trabajo del magisterio. También sabríamos que el SNTE doblegó a las autoridades y por lo tanto del fortalecimiento del dirigente, y en sentido inverso de la fragilidad oficial.

Sin embargo el escribidor tiene sus dudas de que la solución haya sido tan fácil cuando pareciera que la intención del régimen es utilizar la barredora y designar funcionarios sin la opinión del SNTE.

SUCEDE QUE

Lupita Flores dejó la presidencia interina del CDE tricolor pa’ entrarle de lleno al trabajo legislativo. Por cierto que la dama se reunirá la mañana de este martes con periodistas en el lugar de moda, es decir, en la plaza Mariana. Es de celebrar que el congreso tome en serio la relación con los medios de comunicación gracias en gran medida a José Luis Castillo que no descansa ni los domingos.

Por otra parte se hizo oficial el cambio de Rafael Luque por Jorge Vela en comunicación del PRI estatal y solo se espera conocer el nombre del dirigente lo cual sucederá el próximo domingo, si es que sucede, si no psss no. Este asunto sigue tan confuso que hasta quinielas circulan por los cafés.

Y hasta la próxima.

(maxi-avila@hotmail.com)