Juegos prohibidos

Max Avila

2 de diciembre, 2010

 

1.- Vicente Fox no tiene empacho en decir que “cargó los dados” contra López Obrador. Tal afirmación lo implica todo, desde la manipulación publicitaria hasta la campaña sucia en los albores de la elección presidencial del 06 que tantas críticas y condenas despertó, y que sin embargo no hubo fuerza humana que la evitara.

Uno imagina que VF puso a disposición de los detractores los recursos necesarios para que “el peje” no alcanzara el triunfo. Y lo logró. Ahora el escándalo Wikileaks podría dejar al descubierto que incluso hubo manos extrañas al país que evitaron el arribo de la izquierda al poder.

De manera que en otro de sus caprichos protagónicos Fox se sincera prendiendo la hoguera que ya tuvo repercusión en el senado de la república y no por voz de algún perredista, sino a través del fracasado candidato Francisco Labastida Ochoa mismo que le pide al expresidente explique la forma y manera que “cargó los dados” contra AMLO.

Desde luego que Labastida aun trae la daga bien penetrada y aprovecha la ocasión pa’ cobrar algo de lo perdido. Solo falta que el guanajuatense lo haga en el mundo y tenga a bien explicar lo que a petición conlleva. Hasta ha de creer que el ranchero de san Cristóbal le haga caso.

El asunto es que los políticos panistas cada vez se vuelven más cínicos o intolerantes que pa’l caso es lo mismo, como cuando Calderón en un arranque de enojo pueril recién exigió a los diputados federales le digan de una vez si aprueban o no las reformas propuestas por su gobierno. Como si  nomás fuera “sígame la tocada maistro”, cual solía decir mi sagrada abue.

“A declaración manifiesta relevo de pruebas”, algo así dicen los jueces cuando la aceptación de un delito es evidente. Ahora también se entienden las razones de López Obrador al rechazar las mentadas alianzas entre PRD y PAN calificándolas de incongruentes, entre otros,  bajo el argumento de que fueron los panistas quienes le robaron el triunfo. Y pa’ mi que nunca estuvo equivocado.

A propo, “y ya que tocas el punto”, como dijo aquel, ¿no se habrá dado cuenta AMLO que en Tamaulipas escogió lo peorcito?. Eso de tener como representante a Héctor Martín Garza González, alias “el guasón”,- en el sobrenombre lleva la fama-, como que no lo prestigia mucho que digamos.

Al individuo en cuestión poco le importa el partido que lo patrocine, todo sea por figurar y por supuesto disfrutar lo que al poder obliga. De acuerdo a su conveniencia ha navegado con singular alegría utilizando las banderas del PRI, PAN, PRD, ahora lo hace en el PT, “corcheado” seguramente por Alejandro Ceniceros, otro reconocido nominauta.

Ello ha obligado al éxodo de auténticos pejistas que lamentan esta pifia de AMLO a quien alguien debe decir que en Tamaulipas “la está regando”.

2.- Mientras tanto Laura Alicia Garza Galindo realiza un quehacer  discreto, digno y prudente al frente del Colegio de Tamaulipas, pero no olvidemos que ha dejado significativa huella en la política nacional. Dos veces senadora e igual de ocasiones diputada federal, además de incontables cargos administrativos que la convierten en obligada referencia de la política estatal.

Entre las mujeres es un ícono de la participación social y además es un valor disponible para un sistema siempre en evolución.

Pero además es mi amiga y la quiero por super mujer, valiente y vencedora de adversidades. ¿Algún problema?.

SUCEDE QUE

Ya se sabe que Herminio Garza Palacios es el coordinador del comité de enlace en el proceso de entrega-recepción de la administración estatal. Ello confirma que es una de las gentes de más confianza de Egidio Torre Cantú y por lo tanto está llamado a desempeñar tareas importantes en el próximo sexenio.

Y hasta la próxima.

(Comentarios: maxi-avila@hotmail.com)