Nostalgia compartida

Max Avila

20 de diciembre, 2010

 1.-Eugenio Hernández Flores se reunirá este miércoles con periodistas en la casa de gobierno. Sin duda será un evento pleno de nostalgia por ambas partes. Y es que Geño ha tenido la virtud de ser amigo de la gente del oficio. Y eso creo que marca la diferencia, al margen de otras cualidades que le hicieron convertirse en uno de los gobernadores más populares.

Este miércoles pues, podría ser la virtual despedida de Geño de los medios, al menos por un tiempito que no será tan largo como pa’ que se le extrañe ni tan corto como pa’ seguirlo recordando. ¡Órale!.

2.-Mientras tanto, la noticia es Diego Fernández de Cevallos. Mejor dicho, su liberación, después de permanecer cautivo de un grupo que al parecer no es cualquier grupo, alrededor de doscientos días. En el comunicado dado a conocer por “los misteriosos desaparecedores” a fines de la semana anterior destacan detalles por los que merecen ser calificados de ideologizados y no lejanos a los afanes justicieros que dieron que hacer y decir a los gobiernos de los años sesentas. Sobre todo por las consecuencias de la guerra sucia que llevó a prisión a muchos inocentes y en algunos casos los borró de este mundo.

Claro que el asunto de “el jefe” Diego es diferente y producto de otros orígenes, aunque aquí lo importante es que reapareció vivo y portando severa y luenga barba,- así la tenía su padre-, aunque revestido de la soberbia que siempre le ha puesto un toque especial a su protagonismo.

En sus primeras declaraciones el hombre habla de justicia pero olvida que fue instrumento de Salinas de Gortari pa’ legitimar el gobierno tricolor. No olvidéis que como líder de la bancada panista definió la quema de las boletas electorales por las cuales Cuauhtémoc Cárdenas presumía haber ganado la presidencia de la república.

La historia de “el jefe” es harto sospechosa. Ni como negar sus complicidades con el sistema. Y como profesional del Derecho existen evidencias de sus millonarios triunfos avalados por sus influencias. Lo uno y lo otro lo convirtieron en rico hacendado, pero más que eso en ícono de regímenes que mantienen postrada a la mayoría mexica.

Su secuestro señala hacia dicho simbolismo. Por ello la expectación, el escándalo y la sorpresa de su reaparición cuando se perdían las esperanzas, no sin antes pagar lo que se presiente cuantiosa suma, tal vez en moneda extranjera.

Lo cierto es que Diego Fernández de Cevallos alcanza una celebridad que le colocan en el filo de la probable candidatura panista por la presidencia de la república. Falta ver si Calderón lo acepta y que el resto de los grupos le otorguen su confianza, en el entendido de que la publicidad ya la tiene, incluso el afecto de nacionales que lo consideran como otra víctima de las circunstancias que mantienen arrinconado al país. De ser así, ya tendrá Peña Nieto de que preocuparse.

3.- ¿Y qué os parece el incremento del 4.1 por ciento al salario mínimo?. Perdone esta que es una broma de mal gusto, pero si usted es trabajador estará feliz porque se harán realidad aquellos viejos sueños de visitar Europa, Asia, los united states o de perdis Acapulco o la Riviera maya. Total nunca es tarde y los dos pesotes que recibirá de aumento son más que suficientes no solo pa’ vacacionar a pierna suelta en los destinos más exclusivos, sino hasta pa’ codearse con la realeza más pudibunda del mundo-mundial. ¡Agárrate Letizia (así con z plis) de Asturias, que ahí te voy!. Responderá su merced que ya quisiera comer y vestir bien. Y tiene razón porque dicho aumento es otra vacilada del gobierno panista.

SUCEDE QUE

Pues ya le digo que Humberto Moreira trae su fierro en la mano (no es albur), como queriendo “peliar”. Y eso que todavía no es líder del tricolor. Lo dijo, recio y quedito: “el PRI ya no pondrá la otra mejilla y quienes busquen denostar al partido se meterán al callejón de los trancazos”. ¡Adentro!.

Al “pelao” como que le anda hirviendo la sangre. Nomás que no recule porque se le cae el circo. El hombre salió muy de Escocia y no por el whisky pero sí por el lema de aquel país: “no me ofenderán impunemente”. ¡Ah, chingá!.

Y hasta la próxima.

(maxi-avila@hotmail.com)