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Max Avila

2 de enero, 2011

1.- Los tiempos son de intensa competencia burocrática. De curriculum con llamativo engargolado y recomendaciones que van y vienen. De largas y tediosas antesalas que significan la esperanza de sobrevivir los próximos seis años enredados en la satisfacción del novillero en tarde triunfal. “Hermano, solo dime donde firmar que del resto me encargo yo”.

Porque sabrá que la verdadera batalla está en la tropa que supone ha llegado su turno de trascender. De esa, huérfana de padrinazgos que le hagan sentir que también está llamada pa’ las grandes empresas que incluyen el derecho de solventar su futuro de una vez y quizá para siempre.

Es una guerra sorda donde el enemigo se adivina bajo cualquier traje obscuro corbata naranja al canto, que parece ser el color de los nuevos aires. ¿Homenaje a la UAT?, a lo mejor pa’ los “correcaminos” que vea lo que es la vida, ya cuenta con el interlocutor ideal que podría encaminarlo, ahora sí en serio, hacia donde los fans quisieran verlo. “Cóoooomo no te voy a querer…!”. No por defaul cual sucedió alguna ocasión, sino de “a devis”. Pero ya habrá tiempo de platicar la penosa historia.

El asunto es que vivimos a plenitud los usos y costumbres de un estado donde habita con éxito la industria política. Donde un ejército desempleado suspira por seducir a las nóminas oficiales, razón y sentido de sus húmedos sueños.

No se le critica porque bueno, cada quien acomoda sus fantasías al rigor del menor esfuerzo. Todo sea por no exponer el cuerpecito al desgaste extremo. Así que disfrutemos lo que nos ofrece el sistema. Ya después contaremos de las frustraciones, olvidos y desamores que hasta ha de creer, son complemento de una melancolía en la obscuridad de los sexenios. ¡Órale!.

2.- Usted lo ha dicho; el gabinete es responsabilidad de quien lo nombra. Algunos aseguran que es de transición y habremos de creer porque nada es para siempre, aunque no deja de extrañar la convocatoria a aquellos que por servir a Tamaulipas salieron del sabroso retiro, ¡pero hombre, que necesidad!. “Y si no lo hiciereis así que el estado os lo demande”. Dicese de la sentencia institucional que magnifica la responsabilidad renovada, aplaudida y reciclada cada seis años para beneplácito del chisme político que ya cuenta con las historias validas o no, inventadas o no, de personajes nuevos, y otros no tanto, cuyo escenario ideal es la comedia.

En este sentido mucho tendrá  que aportar la sabiduría popular alimentada por los que quedan ¡out!, y los que se rindieron por cansancio, promesas incumplidas, desánimo y la resignación para seguir siendo lo que siempre fueron.

“Es cosa de esperar”, dicen los notables en el café de las doce. Y ciertamente, hay que esperar porque la solución de los problemas sustanciales no tiene otra alternativa. En cuanto a los protagonistas, éstos harán lo que puedan sin ir más allá de lo que las circunstancias obligan. Tampoco hay que hacernos ilusiones porque como dicen los rancheros, ”este verso ya lo sabemos”, pero bueno, mientras haya fe y esperanza.

SUCEDE QUE

Leemos sobre algunos nombramientos. Sergio Cárdenas, el director del festival y programas especiales, ¿acaso es la gloria musical de Tamaulipas?. Si resulta afirmativo, aplausos. Solo faltaría saber si el hombre está dispuesto a sacrificar su apretada agenda internacional pa’ convertirse en el  profeta de la tierra que siempre ha deseado.

Y para Rolando Guevara González el mejor de los éxitos en su nuevo encargo de Coordinador de asesores del Ejecutivo. Es una garantía, además de un acierto en todos los aspectos.

Seguro que a nadie le importará, pero no me gusta eso de militarizar los cuerpos policiacos aunque entiendese que casi es obligado, pero no olvidéis que el ciudadano común no está adscrito a cuartel alguno, plis, que no se confundan, y que por ello respondan las respectivas comisiones de derechos humanos o las ONGs que a bien lo tengan, pero en horas de oficina.

Y hasta la próxima.

(maxi-avila@hotmail.com

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