Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
5 de agosto, 2012
Este día se cumple el “plazo” que el ex regidor Rogelio Soto Quiroz le dio a las autoridades municipales para que retiren el dispositivo electrónico que permite el acceso a los cubículos de regidores.
El dispositivo se instaló el 12 de julio y para entrar al área, regidores y asistentes, deben escanear la huella del dedo pulgar derecho o bien, pasar una tarjeta.
Rogelio se enteró del dispositivo la semana pasada y el jueves 2, a través de su cuenta de facebook, dijo que daba un plazo de 72 horas para que fuera retirado o si no iría a tumbarlo.
La verdad es que se hace escándalo por nada. El dispositivo no detiene a nadie y no cumple su cometido de dar orden. En un día normal, fácilmente se producen dos o tres mil accesos y salidas, a través de la puerta. Es más, en la puerta que da acceso y salida a la calle Maclovio Herrera se instaló una alarma, para que nadie la abra y se supone que cada vez que sea accionada, personal militar debe ir a revisar que no haya problemas. Sin embargo, hemos sido testigos, en tres ocasiones, de que la alarma se acciona, hace un ruido horrible y ni los soldados ni ninguna autoridad acude a cerciorarse de que no haya problemas. Pero además, cuando se acciona la alarma, nadie pregunta qué está pasando, nadie toma medidas preventivas. A lo más que llegan es a quejarse de que el ruido no les deja revisar su facebook.
Pero además, esto de las alarmas y controles es de lo más natural. En el 2010 visitamos Washington y cuando pretendimos visitar la Casa Blanca se nos informó que era necesario hacer una petición con varios meses de anticipación. Y nadie se queja de que se discrimine al pueblo.
En otro tema, da risa ver como en varios partidos, sobre todo en el PAN y en el PRD, hay personajes que ya se andan moviendo para conseguir que el próximo año se les permita ir en el primer lugar de la lista de regidores. Hay quienes ofrecen 30 mil dólares y otros 500 mil, por encabezar la lista y la cantidad disminuye si se trata de un segundo lugar. Otros más, pretenden convencer a la dirigencia de que tienen méritos políticos para ser tomados en cuenta.
Lo mejor que pueden hacer los que quieren una posición es buscar la forma de posicionarse al interior del partido de su preferencia y cuando se acerque el proceso, luchar por un lugar.
En el pasado, en el PRD hubo un personajes que dio 10 mil dólares por ir en el segundo lugar de la lista , con tal mala suerte que el partido no alcanzó ninguna regiduría de minoría.
En cambio hay casos en los que algunos elementos rechazan un lugar pensando que no van a entrar y luego resulta que el partido si obtiene esa posición.
Y mientras unos ofrecen dinero y otros le sacan la vuelta a la suerte, nunca faltan zánganos que sin buscar, les ofrecen una posición, llegan, se jactan de ser don fregón, pero cuando salen ya no vuelven a figurar, porque su mediocridad los traiciona.