Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
19 de agosto, 2012
Finalmente, Ramiro Ramos Salinas tomó protesta como nuevo Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI y ofreció un partido incluyente y que trabaje en unidad.
Todos tendrán una tarea que cumplir, dijo y señaló que habrá espacios para jóvenes, mujeres y elementos talentosos.
En la toma asistió el Gobernador Egidio Torre Cantú quien señaló que el PRI ganará en el 2013 y señaló que el nuevo dirigente tiene su confianza y la de los priistas de Tamaulipas.
¿Qué pasará cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dictamine la elección del 1 de julio? ¿Aceptará el resultado Andrés Manuel López Obrador?
Es evidente quién gano la elección, con más de tres millones de votos de diferencia y es evidente que el dictamen favorecerá al priista Enrique Peña Nieto.
Todo mundo sabe cuál será la decisión del citado tribunal. Lo sabe el propio López Obrador, lo sabe la izquierda, lo sabe Miguel Angel Mancera, los senadores y diputados electos de la izquierda y aunque no les gusta, todos, excepto López Obrador, acatarán el resultado.
La cuestión ahora es que hará López Obrador cuando reciba este nuevo descalabro y qué están dispuestos a hacer sus seguidores.
En 1983, cuando en Nuevo Laredo ganó la alcaldía el panista Ignacio Quiñones, el gobierno federal utilizó todo el poder para aplastarlo y arrebatarle el triunfo. A lo más que se estuvo dispuesto a ceder, fue a concederle las dos regidurías de representación proporcional a que tenía derecho el PAN. Quiñones y el PAN se negaron a aceptar las dos posiciones que les correspondían -- si la memoria no nos traiciona, en los lugares uno y dos iban Antonio Arredondo y Leopoldo Ortiz que con el tiempo serían regidores—y en sus lugares entraron Jaime Bulás y Victorino Jasso que estaban en la lista, más atrás.
¿Algo parecido estaría dispuesto a ordenar López Obrador? ¿Le pedirá a Miguel Abgel Mancera que no tome posesión como Jefe de Gobierno del Distrito Federal porque la elección fue fraudulenta? Perdón, fue fraudulenta, pero a favor del PRD. ¿O ese es otro boleto? Porque hasta eso, López Obrador habla de fraude en las entidades donde perdió la izquierda, y en cambio la elección fue democrática en Tabasco, Morelos y el D.F. Si él hubiese ganado, hubiera dicho que la elección fue democrática, pero cómo perdió, dice que todo fue un cochinero.
El hombre anda haciendo el ridículo entregando al tribunal supuestas pruebas del fraude, cuando en realidad entregó propaganda que el PRI distribuyó durante la campaña, de la misma manera en que lo hizo el PRD, el PAN, el Verde, el PT, Nueva Alianza y el MC. Y de la misma manera que lo hacen los partidos en Estados Unidos y en Europa. Es más, hay quienes en una campaña buscan camisetas de los diversos partidos, las buscan porque esas camisetas de 30 pesos, se integran a su vestuario diario. Y aunque en una campaña logren hacerse de cuatro o cinco camisetas, de diferentes partidos, no significa que voten cuatro o cinco veces. A lo mejor, algunos de ellos ni credencial tienen.
Pero mientras, López Obrador chilla y patea el suelo de descontento, todos los partidos ya escogieron a sus coordinadores parlamentarios, lo que significa que creen en las instituciones, y que con su presencia, el uno de septiembre, ayudarán a que este país siga funcionando y a que, como cada seis años, resurja la esperanza de que ahora sí México de el gran salto al desarrollo de los países del primer mundo y a que se reduzca la brecha entre ricos y pobres. No que los primeros sean más pobres, sino que estos sean más ricos.
Son las ganas de creer.