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18 de septiembre, 2012

Declaró Ramiro Ramos Salinas, dirigente estatal del PRI, que  los líderes de los comités municipales que tengan aspiraciones electorales, tendrán que solicitar licencia, si es que buscan  candidaturas.

En los tiempos recientes,  --digamos que en la docena panista--  se sobre entendía que ser dirigente del PRI, restaba posibilidades de ser candidato, a cualquier cargo. Tiempo atrás, eso no era impedimento. En 1980 Jesús Cárdenas Duarte saltó de la dirigencia municipal del PRI  a la alcaldía y en 1986 se repitió  la situación, con  Heberto Villareal.

Claro, esos eran los tiempos del PRI-gobierno, en que uno y otro se confundían

En cambio, cuando en el 2001 Jesús Valdez Zermeño quiso dar el salto de la dirigencia del PRI a una regiduría, no lo dejaron, pues estando en la lista de aspirantes, lo quitaron.

Por supuesto,  desde la dirigencia municipal, muchos han aprovechado para hacer política y hacerse de imagen  no solo entre los priistas  sino entre la ciudadanía en general. Así lo hicieron Oscar Hinojosa, Manuel Canales, Gerardo González Juaristi, Fernando Castillo, por citar algunos.

Igual, incluso, también lo hizo Enrique Reséndez que aprovecho su presencia en el PRI para  construirse una imagen, con la mira puesta en la alcaldía. El problema es que la elección se perdió, lo que automáticamente lo descalifica y   es, además,  una pesada losa que tendrá que cargar en el lomo durante  mucho tiempo. Quitarse la fama de perdedor llevara mucho tiempo.

Que los líderes priistas hagan política a su favor, es natural: esa es la aspiración de todo político

Si en la decena panista prevaleció el principio de que  los dirigentes del PRI no debían  buscar posiciones electorales,  habrá que esperar cómo actúan, una vez que los tricolores estén de regreso en Los Pinos, porque aunque se insiste en que a partir del uno de diciembre habrá  un nuevo PRI, la verdad es que el PRI sigue siendo el de siempre.

En medio de todo esto, es evidente que al PRI le ayudaría mucho un dirigente que no pretenda un cargo de elección  en el 2013 y que además no esté identificado con ningún sector o grupo, para que el resto de los priistas le tengan confianza y  le crean cuando hable de conducirse con imparcialidad en el proceso que viene.

En otro tema, el último congreso magisterial  que se realizó en Nuevo Laredo fue en 1996 y tuvo como sede el Teatro Adolfo López Mateos. Los ánimos se calderón tanto que un grupo opositor terminó quebrando varios de los vidrios de la fachada principal. ¿Pasará lo mismo en el Congreso de este 25 y 26 de septiembre? Esperemos que no. El horno no está para bollos.

Por último, el gobierno municipal de Benjamín Galván acaba de obtener el premio Desde lo local, que entrega la Secretaría de Gobernación. El premio es por la calidad de los servicios que se prestan y se evaluaron 38 indicadores de calidad. El premio será entregado el próximo 29 de septiembre, en la ciudad de San Luis Potosí.

 

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