Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
25 de septiembre, 2012
En la agonía de su mandato, al frente de la secretaria general de la Sección 30 del SNTE, el profesor Arnulfo Rodríguez Treviño, corroboró, una vez más, que una gran parte de los maestros le son fieles y le tienen aprecio.
Es cierto que en el arranque del XXIX Congreso no estuvo presente ni la maestra Elba Esther Gordillo, ni las autoridades estatales y municipales, pero al fin de cuentas se trataba de un evento magisterial en el que incluso se advirtió que en la inauguración podían estar los medios de comunicación, y maestros no acreditados como delegados, pero una vez que el evento arrancara, todos tendrían que salir, como en efecto sucedió, para quedarse solo los delegados previamente seleccionados.
Arnulfo fue recibido a su entrada a la Cueva Leonística con el estribillo de “Unidad, unidad, unidad…” y el se dejo de querer. Seguramente también le agradó que durante 17 segundos el auditorio se levantó y le aplaudió , antes de que él arrancara su discurso.
Nadie ignora que la llegada de Arnulfo a la secretaria general no fue fácil. La maestra Elba Esther no lo aceptaba, durante años le negó la oportunidad de lanzarse en busca de la secretaria general y fue a fines del 2007 cuando le permitió postularse porque era el más popular. Su llegada, a la diferencia de otros de sus antecesores, fue democrática. Arnulfo terminó ganándose la confianza de Elba Esther como resultado de ejercer un liderazgo auténtico.
Es cierto, que desde afuera, es difícil entender liderazgos como los de Arnulfo. Y es que en principio diríase que los maestros tienen una preparación académica muy distinta a la de cualquier gremio. Es cierto que la mayoría no son cultos, pero gozan al menos de una preparación superior a la de la mayoría de los afiliados de cualquier otro sindicato y eso debiera influir para que su comportamiento fuera diferente, pero no es así. Muchas veces se comportan como borregos. Por eso desde afuera es complicado entender un liderazgo como el de Arnulfo, pero lo cierto es que la mayoría de los maestros lo adoran. No todos, por supuesto, pero los que no están de acuerdo con su liderazgo con minoría. Lo vimos cuando una maestra de Mante se levantó para protestar mediante una pancarta y casi al instante cientos de profesores empezaron a corear: “Unidad, unidad, unidad…”
Grave hubiera sido que los que protestaran fueran la mayoría y no solo una maestra.
Ahorra que deja la secretaria general, Arnulfo buscará influir en su sucesor, pero solo por un tiempo se le va a permitir. Después su sucesor ejercerá el poder de acuerdo a lo que le parezca más conveniente.
Es difícil determinar cuál será el destino mediato de Arnulfo. No puede descartarse que en una alianza PRI-Panal se le permita buscar una posición de elección el próximo año y, ahora sí, estarían en condiciones de ganar, con la estructura electoral del PRI y la capacidad de organización de los maestros. Pero esa es otra historia, ahora debe empezar a asimilar su salida de la dirigencia del SNTE en Tamaulipas.