Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
31 de octubre, 2012
El Grupo Impulso cumplió con su cometido y reunió y entregó 3.6 toneladas de alimentos a Cáritas de Nuevo Laredo.
Estos alimentos fueron reunidos entre los aficionados y ciudadanos que asistieron a la función de lucha libre del sábado 27.
Fernando Castillo Villarreal, fundador y presidente del Grupo Impulso, entregó la ayuda al término de la función, en la que, por cierto, estuvo presente el Obispo Gustavo Rodríguez Vega y el padre Rogelio Lozano Alcorta, presidente de Cáritas.
Esta es la segunda ocasión en que Impulso realiza una función de lucha libre para sumarse a los esfuerzos del programa por un México sin hambre y la primera vez en que el Obispo asiste. Su presencia le dio realce al evento.
Es además, un acercamiento entre una organización política con la iglesia católica, para una causa social, como lo es la protección de los más desvalidos.
Que bueno que se realicen este tipo de evento. Los grupos sociales más desprotegidos requieren el apoyo de todos.
Por su parte, Fernando Castillo no solo se dio a la tarea de trabajar en la organización y éxito de esta función de lucha libre, sino que además se subió al ring, a pelear con su máscara de Mister Impulso.
En otro tema, tal y como se había estado manejando desde hace unos días, se concretó el relevo en la Dirección de Comunicación Social del Municipio, con la llegada de Juan José Zarate Quesada, en sustitución de Agustín García Arredondo.
Esta fuera de discusión la capacidad y experiencia de Juan José como publirrelacionista y seguramente con su llegada se mejorará la imagen del gobierno municipal. Por lo pronto bien haría en reincorporar a la dirección a Manuel Madrid, el mejor redactor de informaciones oficiales. En sus manos, la información luce, trasciende y cumple con el cometido que busca el gobernante.
Por otra parte, ahora que el PAN anda eufórico y siente que la próxima presidencia municipal es suya, sus directivos y militantes harían bien en ser muy escrupulosos en la selección de los que serán sus candidatos a regidores para que no pase lo mismo que con los actuales.
De los seis regidores actuales que tiene el PAN, no se hace uno. Nadan en la mediocridad. Hay uno que otro que les gusta presumir que se comen vivos a los adversarios, pero la verdad es que no tienen ni talento ni ganas para cumplir con su trabajo. En realidad no tienen interés, en desquitar la paga, ni les preocupa el juicio de la historia o lo que piense su familia. Total, por no hacer nada se embolsan varios miles de dólares al mes. Pero como además están conscientes de que carecen de talento, saben que después de la regiduría regresarán a la rutina de antes y ahí se van a quedar para toda la eternidad. Ya no volverán a brillar. Las oportunidades se dan una vez en la vida y quien no las aprovecha, no tiene derecho a quejarse en público.
Y pensar que algunos de estos regidores todavía tienen el cinismo de hacer creer que pueden ser diputados.