Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
1 de diciembre, 2012
Si usted es fanático de Felipe Calderón o de Andrés Manuel López Obrador, seguramente no cree nada de lo que diga el Presidente Enrique Peña Nieto. Ciertamente la revisión de las promesas de campaña y de los mensajes de inicio de todos Presidentes de la República, incluidos los mensajes de Porfirio Díaz, Plutarco Elías Calles, Adolfo López Mateos, Miguel de la Madrid, o Vicente Fox, se caracterizan por lo mismo: ser un catalogo de buenas intenciones y si usted leyó a Sara Sefchovich y su “País de mentiras”, sabe de lo que estamos hablando.
Sin embargo, en descargo del señor Peña Nieto, hay que decir que su gobierno apenas inicia y se merece el beneficio de la duda.
La integración de su gabinete confirma, en primera instancia, que iniciará su gobierno con mucha política y poca administración, con la inclusión de ex gobernadores con fama de duros en Gobernación, la PGR y Educación; con espacios para la izquierda con la incorporación de Rosario Robles en Desarrollo Social y Manuel Mondragrón, al frente del despacho de lo que sigue siendo la SSP, pero que cambiará de nombre más adelante.
A diferencia de la accidentada toma de protesta de Felipe Calderón, Peña Nieto lo hizo sin grandes problemas, con protestas previsibles e inevitables, pero muy alejadas del bochorno con que fue recibido Calderón o de aquel último informe de gobierno de Miguel de la Madrid en el que los diputados recién salidos del PRI, con Porfirio Muñoz Ledo a la cabeza, no lo dejaban hablar, pues lo interrumpían tan pronto tomaba la palabra.
En su primer mensaje a la nación, Enrique Peña Nieto fue generoso en su oferta a los mexicanos: destrabó la Ley General para las víctimas del delito, anunció un programa para la prevención de los delitos, anunció una cruzada nacional contra el hambre, dijo que se propondrá una ley que ponga orden a los endeudamientos de los Estados y Municipios.
También anunció un seguro de vida para jefas de familia, pensiones para los mayores de 65 años, infraestructura carretera, ferroviaria y puertos, la licitación de dos nuevas cadenas de televisión, el regreso de los trenes de pasajeros.
Otra oferta fue modificar el artículo 3 constitucional para que los ascensos de maestros se decidan en base a méritos y no por una decisión del sindicato de maestros, como sucede en la actualidad. La reforma acabaría con la venta de plazas y no permitiría que los maestros las hereden a su parentela.
Como se ve, hay mensajes directos a Elba Esther Gordillo; a gobernantes que dejaron deudas millonarias como Humberto Moreira, Fidel Herrera, Eugenio Hernández y muchos más; a Televisa y TvAzteca que durante años han bloqueado las intenciones de Carlos Slim por lanzar una cadena nacional de televisión abierta.
También toma de la izquierda, los hace suyos y los mejora, programas como el de apoyo a los adultos mayores, el seguro para jefas de familia, el combate a la pobreza.
Cambia su estrategia contra el crimen organizado, al anunciar su programa de prevención del delito y la reconstrucción del tejido social, oferta que en su momento hizo Calderón, pero nunca cumplió.
El primer mensaje del Presidente Peña Nieto es muy alentador, ahora hay que dejar que el tiempo haga lo suyo.