Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de diciembre, 2012
Que nadie se diga sorprendido. Lo anticipo el propio dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, cuando advirtió que una vez terminado el referendo de militantes, el padrón tendría un severo adelgazamiento.
Pues bien, aquí en Nuevo Laredo, el PAN perdió a más de la tercera parte de sus militantes. De un padrón de 374 se quedó con apenas 231, una vez que concluyó el proceso de referendo, el pasado 14 de diciembre.
De golpe y porrazo, 143 panistas dejaron de serlo, no les intereso ratificar su militancia. Por una y mil razones ya no les intereso seguir participando en las filas del PAN.
En ese proceso de referendo no se tomó en cuenta a los adherentes, que en Nuevo Laredo son 916. ¿Cuántos de estos 916 pretenden seguir adelante con su proceso de confirmación para obtener la categoría de militantes? Imposible saberlo, pero sin duda debe haber una buena cantidad de simpatizantes que un día decidieron su alta como afiliados y están en espera de que se les otorgue su calidad de militantes. En este proceso va a pasar mucho tiempo, meses o años y es probable que más de uno termine por irse a otro partido. Por alguna razón que no comprendemos, al PAN le gusta el burocratismo, le gusta dizque ser muy selectivo en sus militantes, aunque no se sonroja cuando llegan bandidos como Vicente Fox y su prole sedienta de poder, a quienes se les abren las puertas de par en par, cuando por lo menos debiera aplicárseles un examen de salud mental.
Hace algunos años, el desparecido comunicador Leonel de la Garza, se cansó de esperar a que en el PAN le dieran la calidad de militante. Durante años tuvo que conformarse con ser adherente, hasta que un día dijo ¡basta!, se cansó de esperar y decidió irse a otro partido que sí lo valorara. ¿Cuántos casos hay como los de él?
Ahora que ser militante de hueso azul no es suficiente para ser tomado en cuenta. Ahí están como tristes ejemplos Cecilio Grimaldo o José Luis Loredo, que durante años se han partido el alma apoyando al PAN y eso ha sido insuficiente para que se les permita ser regidores pluris, que hasta ahora es la única forma de llegar al cabildo, pues desde que se inventaron las regidurías plurinominales, en 1983, son las únicas que ha ganado el PAN. Hasta ahora no han podido ganar una sola posición de mayoría, no obstante que en sus filas abundan los que se ostentan como campeones de la democracia y dicen tener detrás de así un apoyo popular mayoritario.
Que una tercera parte de los militantes se le haya ido al PAN, debiera ser motivo de preocupación interna. Después de una victoria aplastante, en la que el PAN le ganó con más de 28 mil votos de diferencia al PRI, lo más lógico hubiera sido un referendo de más de un 95 por ciento. Este dato bien pudiera significar que ni siquiera los panistas se sienten animados por la reciente victoria electoral y si ellos no se sienten animados, menos lo están los apartidistas que les dieron el triunfo. También habla de la necesidad reiterada de que el PAN se democratice en la aceptación de sus afiliados. Es más fácil entrar a un club de ricachones que al PAN y el problema es que los filtros no se aplican a todos por igual y por eso ingresan bandidos como Vicente Fox, que cambian de ideología según convenga a sus intereses. ¿Valdrá la pena tener al enemigo en casa?