Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
31 de diciembre, 2012
En el curso de la presente semana, y año, que empieza, se va a formalizar la instalación de los comités municipal y distritales, que tendrán a su cargo la organización y validación de las elecciones del 7 de julio.
También vienen fechas importantes para los partidos políticos, establecidas en el calendario electoral que el propio Instituto Electoral de Tamaulipas ya empezó a publicitar, como la del 10 de enero, en la que deben registrar ante el IETAM, los convenios de coalición.
Si no sucede otra cosa, habrá dos coaliciones: la del PRI-Verde-Nueva Alianza y la del PAN-PRD, está último por lo menos aquí en Nuevo Laredo, ya sea de hecho o de facto.
Del 15 de febrero al 20 de marzo serán las pre-campañas.
El 8 de marzo es la fecha límite para que los funcionarios, de cualquiera de los tres niveles, que aspiren a ser candidatos a regidores, diputados y alcaldes, pidan licencia para separarse de sus cargos.
Del 5 al 15 de mayo es el registro de candidatos y las campañas formales son del 19 de mayo al 3 de junio.
A partir del 18 de mayo, los gobiernos estatal y municipales deberán suspender la propaganda de las obras y programas que realizan, aunque en su momento se establecerán los temas que quedan exentos de esta prohibición.
Tanto los ayuntamientos como el gobierno del estado no suspenderán sus obras y programas; estos van a seguir, lo único que prohíbe la ley es que se publiciten.
El 7 de julio será la elección: la batalla de batallas, en la que el PAN buscará reafirmar su supremacía en Tamaulipas y repetir la victoria del 1 de julio del 2012, cuando ganó la elección de presidente de la república, la de senadores y seis de los ocho distritos federales.
El PRI, por su parte, buscará revertir la pesadilla del 1 de julio del 2002 y se esforzará por obtener números iguales o mejores a los que tuvo en el 2010, cuando ganó la gubernatura, los 22 distritos y 35 de los 43 municipios.
A los eufóricos panistas que dan por sentado que la elección de este año será como ir a un pic nic, habrá que recordarles que en el 2000, su partido ganó las elecciones de presidente de la república, la de senadores y cinco de los ocho distritos, pero un año después el PRI se recuperó con sobrada facilidad.
Aquí mismo en Nuevo Laredo, en el 2000 el PAN le ganó al PRI con una diferencia de cuatro mil votos: 60 mil contra 56 mil y un año después, el PRI ganó la alcaldía con una diferencia de 20 mil votos: 52 mil contra 32 mil. Una elección federal es diferente a una local y lo que sucede en una elección federal no necesariamente se reafirma en la siguiente. No lo decimos nosotros, lo dicen los números fríos. Si el PAN quiere ganar tendrá que esforzarse y no dejar que sea la inercia la que decida la elección.
La historia deja muchas enseñanzas, pero hay que conocerla para poder beneficiarse de ella.