Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
31 de enero, 2013
En el inicio de su gira por Nuevo Laredo, el gobernador Egidio Torre Cantú se vio relajado.
En uno de los eventos, en el Conalep, estuvo acompañado del alcalde Benjamín Galván Gómez y por los diputados locales Rosa María Alvarado Monroy, Héctor Canales y Aurelio Uvalle Gallardo.
También estuvieron dos de los aspirantes a la alcaldía, Manuel Canales Escamilla, en su calidad de integrante del Patronato del Conalep y Fernando Castillo Villarreal que se acercó a saludar a Egidio, al momento en que éste subía a su autobús.
Esto de la presencia de aspirantes no tiene nada que ver con destapes. Las decisiones no se toman a la vista de todo mundo. No es ese el estilo de los tiempos actuales ni el estilo del Gobernador.
Claro, en el curso de ayer mismos, estaba previsto que el Gobernador platicara con muchos personajes y obviamente uno de los temas es el del inminente destape en Nuevo Laredo.
En entrevista con los medios, el mandatario dijo que el 2013 será un buen año para Tamaulipas y para Nuevo Laredo, para lo cual habrá una conjunción de esfuerzos entre los tres niveles de gobierno.
En el Conalep, fue recibido por su director, Ranferi Pineda Duarte, quien con todo y que esta delicado de salud, lo acompañó en un breve recorrido por las instalaciones de esa institución de la cual su primer director fue el licenciando Fernando Ríos Rodríguez.
Por otra parte, el miércoles, el Comité Municipal del PRI tuvo reunión para seleccionar a los 100 delegados que asistirán a la asamblea estatal del 9 de febrero. Fue una reunión de mero trámite, durante la cual hubo cuatro ponentes, aunque en realidad el único mensaje interesante fue el de Juan Arturo Lozano Aguirre quien hizo un llamado al partido para ser cuidadoso en la selección de los candidatos a puestos de elección.
Pidió candidatos cercanos a las bases, comprometidos con el partido y con la ciudadanía.
Esta exigencia de Juan Arturo es necesaria, si el PRI quiere ganar. No basta la disciplina y la institucionalidad, porque en la última elección prevaleció y a pesar de eso, los priistas derrotaron a su propio partido, molestos porque nadie los consultó a la hora de escoger a los candidatos.
Lo que paso hace precisamente ocho meses, el PRI lo puede evitar y para eso tendrá que exigir una serie de requisitos mínimos entre los candidatos: ser militante activo, tener arraigo entre la ciudadanía, ser conciliador, tener trayectoria partidista, ser cercano a los sectores, hasta ser raza.
La amenaza, como estrategia para sumar apoyos, ya no funciona, porque una cosa es que los sectores y los grupos le organicen eventos masivos a los candidatos y otra es que quienes asisten a esos eventos realmente voten por el PRI. Son apoyos de dientes para afuera.
En la última elección el PRI sacó a votar a sus militantes, pero estos votaron en contra. Y votaron contra por varios factores, entre ellos, los malos candidatos.