Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
16 de agosto, 2010
El padre de la Iglesia Católica de Ciudad Victoria, David Martínez Reyna, aseguró respetar las bodas o uniones civiles entre homosexuales, sin embargo dijo estar en completo desacuerdo con que parejas gay puedan adoptar un hijo, porque esto generaría trastornos irremediables en el niño o niña.
Martínez Reyna aseguró que “las bodas gay no son diabólicas, son un error que los seres humanos pueden llegar a cometer como otros tantos, la Iglesia no puede ni tiene la autoridad para condenar a nadie por estos actos, el único que es juez es Dios”.
Cabe recordar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló las reformas al Código Civil del Distrito Federal que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como la validez y reconocimiento de esta unión legal en las 31 entidades federativas de México.
Con respecto al tema del aborto y la iniciativa de ley que los diputados del Partido de la Revolución Democrática, PRD, en Tamaulipas pretenden impulsar, a fin de legalizar esta acción, el padre de la Iglesia Católica aseveró que esto sería una grave falta.
“Deberíamos evitar prohibir el crimen que es el aborto, nosotros como institución religiosa no vamos a condenar a ningún partido político ni a ninguna persona, porque el partido no tiene personalidad, lo forma su militancia, lo que si es cierto es la falla de las autoridades en este tema”.
En otro tema, David Martínez Reyna invitó a todas las familias de la localidad, a tener fé ante las circunstancias difíciles por las que atraviesa nuestro país, para poder salir adelante en estos momentos.
“Debemos seguir el precepto del Señor, trabajar más para ganar el pan de manera honrada, pero recordar que la fe se tienen en el Creador Todopoderoso, no en una persona, porque los seres humanos tenemos defectos”.
El líder religioso abundó que “tengamos presente este año y el resto de nuestras vidas que los humanos nos equivocamos, debemos cumplir con el mandato de trabajar y ser honrado, así como respetar y querer a todos nuestros hermanos, por muy diferentes que seamos los unos de los otros”.