Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
5 de octubre, 2010
Un especialista asegura que la cuarta parte de los mexicas padecemos problemas mentales y pue-que esté en lo cierto. Digo porque son demasiadas las locuras cometidas en tan escasa historia. El personaje de quien les hablo llamase Jesús Ramírez Bermúdez y es jefe de la unidad de neuropsiquiatría del Instituto nacional de Neurología de México. ¡uff!, sea que no es cualquier aprendiz ni farsante, sino alguien muy enterado del asunto.
De manera que alrededor de 30 millones de nacionales andan, ¿andamos?, por la calle de la amargura en eso de transcurrir distantes de la realidad. Tal sería la razón de tantas tonterías,- pa’ llamarlo de forma elegante-, que nos han llevado a la penosa situación que padecemos.
Vamos viendo algunas de estas locuras.
Pa’ empezar no hay explicación sobre la insistencia de que el PAN repitiera en la presidencia de la república en la personita de Felipe Calderón, lo cual es peor que tropezar con la misma piedra. Los resultados están a la vista del portador. Esto incluye la creencia de que se cumplirían las promesas de campaña cuando menos en bajar el IVA, el ISR, eliminar la tenencia vehicular y la creación de millones de empleos. El puro cuento.
El colmo, apostar por el regreso a los Pinos del PRI después de 72 años de amarguísimas experiencias. Y deje que esto no es nada cuando obnubilados por la publicidad de las grandes empresas refresqueras y cerveceras, creímos que la selección de fútbol podría resultar campeona “del mundo mundial”.
El inicio de la locura nacional podríamos ubicarla despuesito de que se fue don Porfirio a continuar la dulce vida a Europa. Allá por 1911. Los parientes de entonces estaban convencidos de que todo cambiaría en bien de las mayorías. Primer error, porque el poder con todos sus encantos se lo repartieron una bola de gañanes que al estilo más bárbaro gozaron de su conquista hasta que finalmente se eliminaron entre ellos.
Pero las locuras siguieron, ¿cómo aceptar una guerra santa que dejó miles de víctimas tan solo por defender los intereses opuestos de el Vaticano y el supremo gobierno?. Ahí sí que la paisanada debió padecer “delirium extremis” como pa’ matarse por causas ajenas.
Más cercano, ¿cómo fue que creímos en las lágrimas de López Portillo y en su exhorto a “administrar la abundancia”?. Y lueguito con de la Madrid y su famosa cruzada “contra la corrupción”.
Y lo más absurdo, ¿cómo imaginar que un empleado de los gringos gobernaría a favor de México?.¿Y qué tal la confianza de que Obama impulse una ley antirracista que evite la represión de la paisanada en los EU?. Es demasiada ingenuidad cuando ya sabemos que el negrito hace lo que le ordenan los blancos.
Pero lo que no tuvo progenitora fue habernos sentido habitantes del primer mundo, cual pregonaba Salinas de Gortari, como queriendo disfrazar los errores presentidos de aquel que escogió como sucesor, mismo que, ¡oh, la-la!, ahora trabaja pa’ empresas y organismos extranjeros.
Pues sí que en México hay unos treinta millones que están, ¿estamos?, idos de la mente, como pa’ imaginar que con Peña Nieto y “la gaviota” la nación estará a salvo. Lo más grave es que no hay mucho de donde escoger con lo que de alguna manera esta barbaridad se justifica, aunque no deja de ser una fantasía al puro estilo televisivo.
Ahí dejamos pa’ la reflexión eso de creer que la lotería, los pronósticos o el pro-gol nos harán ricos de la noche a la mañana.
Total que los mexicanos ora sí estamos curiosos: locos y hodidos.
SUCEDE QUE
No podía ser más oportuno el homenaje a Eliseo Castillo Tejeda por parte de la Universidad de Nuevo León que así reconoce a sus ex alumnos distinguidos. Eliseo, hombre modesto, se maneja con bajo perfil en la secretaría general de gobierno, como suelen hacerlo los auténticos políticos profesionales. ¡Enhorabuena!.
Y hasta la próxima.