Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
7 de octubre, 2010
En una entrevista que hizo Carlos Loret de Mola, Mario Vargas Llosa,- flamante premio Nóbel -, habló de política mexicana, palabras más o menos, dijo que el PRI no debiera regresar a la presidencia de la república, salvo que lo hiciera renovado, es decir,” no sería el mismo partido que durante tanto tiempo sobrellevó una dictadura disfrazándola de institucionalidad”. Mmmmmm.
Hasta ahí vamos bien, como diría el ranchero. En este sentido el de la voz se pregunta si en verdad el tricolor cambió como pa’ aspirar a un retorno con dignidad. Digo porque después de diez años la mera verdad hay serias dudas de que el PRI haya aceptado su realidad. Al contrario, su presunción triunfalista como que se atoró en las ansias de venganza pronta y expedita. Deseos malignos estos, que obnubilan y enrarecen la concepción de un partido moderno.
El PRI, señoras, señores no da el estirón y por lo tanto de “renovado” no tiene la más leve señal. Hasta la Bety Paredes usa los huipiles de siempre lo cual en la simpleza psicológica significa aburrimiento o “dejadez”, como decía mi santa abue.
Es el aburrimiento de la clase política cansada de transitar por un callejón que de pronto encontró sin salida. Cierto, por ahí andan algunos chicuelos herederos de las mañas de sus antecesores a los que tampoco se les ven ganas de ser diferentes. Y menos cuando están impulsados por la mercadotecnia y no por el interés de la sangrante patria. ¡Órale!.
Que nos disculpe Vargas Llosa, es posible que regrese el tricolor, pero de ninguna manera renovado. Si es que regresa, si no pssss no.
Y ya que se puso de moda el peruano-español por su premio en literatura quiero presumir que allá por los ochentas lo conocí en la ciudad de México. ¿Dónde cree?, pues en una librería, dónde más. Por allá al fondo de “El Sótano” en la avenida Juárez alguien hablaba en voz alta y pleno dominio de autores y títulos; acercado por curiosidad encontré a Vargas Llosa. Una sonrisa y rápido saludo me recibió y admirado lo seguí escuchando.
¿Quién no ha leído algo de MVLL?. Su “Conversación en la catedral” no tiene progenitora, como tampoco la tiene toda su obra que en diez tomos descubrí en Madrid, y dentro de estos me ganó el ensayo sobre la creación de García Márquez, “Historia de un deicidio”. Lo más completo e inteligente escrito sobre el gran “Gabo”.
Por supuesto escrito antes del 12 de febrero del 76 día en que se dio aquel penoso incidente a la entrada de un cine del defe que separó a quienes se consideraba entrañables amigos. Tratose del “descontón” de Mario a “gabo” por culpa de Patricia, mujer del primero a quien García Márquez asesoraba en ciertas diferencias conyugales.
Del asunto no se sabe más, pero de que se enemistaron eso-que-ni-que. Y más cuando Vargas Llosa tiende a su radicalismo liberal y García Márquez al socialismo como lo demuestra su inquebrantable apoyo a la Revolución cubana.
Eso no obsta pa’ que conste que en literatura ambos siempre fueron merecedores del premio Nóbel.
SUCEDE QUE
Ahora resulta que el PAN quiere ganar más diputados en la mesa como si ellos no fueran los sobre-representados por su escasa militancia en el estado. Estos panistas están como los jugadores que al no ganar en la cancha pretenden hacerlo mediante protestas que los distingue por su mediocridad.
“No lloréis como mujer lo que no supiste defender como hombre”, recordéis estas palabras que dijo su madre a Boabdil el 4 de enero de 1492 cuando entregó Granada,- último reducto musulmán-, a los reyes católicos.
La comparación es exagerada pero válida porque los panistas no dejan de llorar su derrota. ¿Qué tal?.
Hasta la próxima.