Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
5 de junio, 2012
Este domingo, a partir de las 20.00 horas, será el segundo debate entre los candidatos presidenciales, que ahora sí será transmitido por los canales de mayor audiencia en el país.
La gran duda es si los candidatos ahora si irán a debatir, o se repetirá la historia del 6 de mayo, en que vimos un debate soso, en el que lo más impactante fue la presencia de la edecán Julia Orayen.
Mientras tanto, como si las acciones legales emprendidas en contra del ex gobernador Tomás Yarrington por parte de autoridades estadounidenses y la Procuraduría General de la República, no fuesen suficientes, ahora las investigaciones se amplían a Eugenio Hernández Flores, a quien por lo pronto elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional le catearon dos propiedades, a petición de la PGR.
La gran incógnita es si a estas investigaciones se añadirá el nombre de Manuel Cavazos Lerma, impuesto como candidato a senador por el señor Enrique Peña Nieto.
En enero último se filtró el dato de la supuesta alerta migratoria para no dejar salir del país a los tres ex gobernadores. Hay pues el riesgo de que se endurezcan las medidas en contra de Cavazos Lerma quien realmente no goza de simpatías entre los tamaulipecos en general y los priistas en general. El peso de la campaña priista recae en el partido, en los candidatos a diputados federales y en la otra candidata a senadora, Lupita Flores. Si Cavazos fuese postulado por un partido diferente al PRI no tendría ninguna posibilidad de ganar.
Todo este escándalo de los ex gobernadores se da en medio de la visita de Enrique Peña Nieto para este día, en Tampico.
La clase política del PRI se desbordará en Tampico en un esfuerzo de arropar a su candidato y minimizar los efectos negativos que tiene el involucramiento de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández en presuntos hechos delictivos.
Lo mejor que Enrique Peña puede hacer, y es seguro que lo haga, es un deslinde de ambos personajes y que sea la justicia, tanto la mexicana como la estadounidense, la que determine si son inocentes o culpables. Peña Nieto no puede ser responsabilizado por lo que hayan hecho o hayan dejado de hacer los dos ex gobernadores, pero tampoco debe erigirse en su defensor de oficio, que para ello están muy grandecitos.
Mientras tanto, cuando quedan solo tres semanas de campaña, el regreso del profesor Arnulfo Rodríguez suena poco probable. El domingo último, durante un evento partidista, se hizo un enlace vía telefónica, hasta la Ciudad de México y los maestros que lo escucharon dicen que su voz es la de un hombre enfermo, débil, cansado.
De acuerdo con Arnulfo, se ha asentado en la Ciudad de México para participar en las negociaciones sobre el aumento salarial a los maestros, aunque otros dicen que asiste allá para atenderse médicamente.
Antes de la elección, el magisterio se había aventado la puntada de asegurar que iban por 360 mil votos en todo el Estado, cuando los números fríos ubican a Nueva Alianza en unos 60 mil votos.