Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
6 de junio, 2012
En un discurso predecible, Enrique Peña Nieto se desmarcó, en su visita a Tamaulipas, de los ex gobernadores Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, hoy envueltos en líos con la justicia estadounidense y mexicana.
Reunido con ganaderos de todo el país, el candidato presidencial del PRI señaló que jamás se prestará a la complicidad o el encubrimiento de alguno de sus compañeros militantes del PRI que falten a la ley.
Y advirtió que “podremos ser compañeros de partido, pero de ninguna manera podemos caer, y así lo señaló claramente, de ninguna manera habremos de encubrir y menos prestarnos a la complicidad de aquellos que faltan a la legalidad”.
No citó por su nombre a los ex gobernadores, primero porque no hacía falta y segundo, porque así lo exige el protocolo político.
Dijo que México demanda de los políticos que actúen con apego a la ley y respeto a las instituciones.
En pocas palabras, tanto Tomás como Eugenio deben enfrentar a la justicia y que sea esta la que determine si son o no culpables de los delitos que se les imputan. Ser ex gobernadores no debe ofrecerles blindaje de ningún tipo, como de hecho ya está sucediendo con otros ex del PRD y del mismo PAN, como lo son Narciso Agúndez de Baja California y Pablo Salazar del PAN. En un futuro, el blindaje tampoco debe incluir a los ex presidentes de la república, sin que valga el argumento de que están locos.
Los más grandes males de México son la corrupción y la impunidad, derivaba está última de la complicidad y el encubrimiento. Mientras no se castigue la corrupción, los funcionarios públicos, y aún los privados, seguirán actuando con impunidad y cinismo, sabedores de que nadie los va a castigar.
La sociedad mexicana demanda del PRI, del PAN y del PRD, y aún de la chiquillada, el fin de la impunidad.
Los priistas de Nuevo Laredo dejaron sentir su presencia en la visita de Enrique Peña Nieto con un fuerte contingente que llegó casi a las 500 personas, pues viajaron 10 autobuses con todos los asientos ocupados, además de varias decenas de vehículos particulares.
Al frente de los priistas viajaron su dirigente local, Enrique Reséndez Covarrubias y la candidata a diputada federal, Verónica Flores González.
Los priistas se sienten confiados por el posicionamiento que han logrado ante el electorado de Nuevo Laredo.
Por cierto que la visita de Peña Nieto se dio en un ambiente enrarecido por el caso de los dos ex gobernadores. Todavía el lunes, algunos personajes de la política tenían temor de que al mismo tiempo que se daba la visita, el gobierno federal ampliara sus informaciones en torno a los casos de Tomás y Eugenio, con el añadido de Manuel Cavazos Lerma.
José Alberto López Fonseca, líder estatal del PAN, incluso presumió de tener información privilegiada en el sentido de que los tres ex finalmente serán sometidos a proceso penal. Vaya usted a saber si esto es cierto, o si todo forma parte de una campaña para terminar de empobrecer la imagen pública de los tres personajes en cuestión.