Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
11 de junio, 2012
El segundo debate entre los candidatos presidenciales estuvo mucho mejor que el primero del 6 de mayo, aunque mucha gente no quedó satisfecha, pues esperaba ver sangre. A los mexicanos les gusta la polémica, que haya ruido, que haya gritos y pataleos.
En vez de ello, vimos a los candidatos punteros cuidándose, con pocas alusiones entre ellos, convencidos en su interior de que van en el primer lugar de las encuestas y que no debían exponerse. Andrés Manuel López Obrador fue demasiado sereno, para disipar la imagen de intolerante y rencoroso que dejó después de su participación con los periodistas de Televisa. Vimos también a una Josefina Vázquez desesperada porque está en picada, atacando a todos por igual, pero sin encontrar eco de los punteros. E hicieron bien, no valía la pena tomarla en cuenta, ahí que la dejen hundirse en el pantano de sus propios errores.
En cambio, Gabriel Quadri a pesar de que no va a ganar, pretendió imponer su propia agenda a los otros candidatos, retándolos a que fijaran su postura ante temas de su gusto. La participación de Quadri en este debate era obligada porque así lo establece la ley, pero esta tendrá que reformarse para que en el 2018 la participación de los candidatos esté condicionada, digamos, a que por lo menos tengan el 15 por ciento de las preferencias ciudadanas de las principales 10 casas encuestadoras que cumplan con los requisitos impuestos por el IFE.
La inclusión de Quadri en este debate fue solo pérdida de tiempo.
Los candidatos presidenciales no podrán quejarse de la cobertura que le dieron los medios de comunicación al segundo debate. En el sistema de cable de un servidor, lo transmitieron integro 10 canales y eso que está fuera TvAzteca.
Con todo y que el formato de este segundo debate fue mejor que el primero y que los candidatos presentaron su visión de lo que quieren para México, pareciera, a simple vista, que poco impacto tuvo entre los indecisos.
También llamó la atención la intervención del Presidente Felipe Calderón en el twitter desmintiendo a López Obrador cuando dice que reduciendo los salarios de los más altos funcionarios se ahorrarían 300 mil millones de pesos al año. Calderón dice que si se les despidiera a todos los funcionarios el ahorro sería de dos mil millones de pesos y si se les redujera el salario al 50 por ciento el ahorro sería de mil millones de pesos.
Según Josefina Vázquez, toda la nómina del gobierno federal no llega a los 280 mil millones de pesos, pero López Obrador sostiene que es de un millón de millones, es decir, un billón.
En fin a partir de este día quedan 16 días de campaña, incluyendo este día, y los indecisos deben procesar la información que ofrecen los candidatos para que determinen a quién darle su voto. Son alrededor de 12 millones de ciudadanos los que tienen proyectado ir a votar, pero no saben por quién, porque no los convence la oferta política de ninguno de los cuatro candidatos presidenciales.